Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

jueves, 1 de octubre de 2020

LA OPINIÓN DE JULIÁN DELGADO

 

Artículo que será publicado por el Diario ULTIMA HORA de Palma

 

  

EL GOBIERNO ENEMIGO DEL ESTADO

JULIÁN DELGADO. Escritor

 

 

Ha quedado claro que la prohibición al Rey de su asistencia a la entrega de despachos a los nuevos jueces, fue una imposición del separatismo, una vendetta de aquél discurso real de hace dos años, que hoy un ministro ha calificado de imprudente. Para los intereses de Sánchez ha resultado una maniobra muy provechosa. A cambio ha obtenido, no solo el apoyo en la aprobación de los Presupuestos, sino el impulso de su proyecto de la voladura del andamiaje constitucional y el avance hacia la República plurinacional con derecho de autodeterminación.

 

Para ello no ha reparado en poner  en marcha un alevoso ataque al Rey, lanzando a sus lebreles a sueldo con cartera a ladrar a la puerta de La Zarzuela con el objetivo de erosionar una institución democrática vital. También los azuza a las puertas del CGPJ, para amedrentar a los jueces  con objeto de que acepten transformar en leyes, el paquete de proyectos ideológicos a imponer en el corto plazo, aunque tengan que subvertir el principio de legalidad  (indultos, modificación del CP, memoria democrática, presos vascos, privilegios a Cataluña y el País Vasco,…). Todas las instituciones saben que la jauría, hasta ahora ladradora, empezará a morder a la voz de su amo para satisfacer su irrefrenable y enfermiza pasión, su insaciable delirio de poder, de encarnar al César. Ha dejado claro quien manda. Porque nadie debe dudar de que todos estos desafueros, aunque salgan de la factoría mercenaria de Iván Redondo, con el aliento de Iglesias, Sánchez los hace suyos y los dirige.

 

El presidente ha llegado muy lejos. Al aceptar el marco mental del independentismo, ha abandonado a su suerte a muchos españoles en Cataluña. Al situar al Rey  en territorio facha, ha destruido uno de los valores básicos de  nuestra democracia: su imparcialidad, ser el símbolo de la unidad y permanencia de la nación española. Con todo ello ha provocado una crisis institucional sin precedentes y deja la democracia española malherida.

 

Hoy por hoy el enemigo más peligroso que tiene el Estado español y su Constitución es su propio Gobierno que, formado y apoyado por partidos cuyo objetivo no es otro que su destrucción, ha sometido a un asalto ideológico a todas sus instituciones.

  

No hay comentarios:

Publicar un comentario