LA
AZOTEA
LA VÍRICA SESIÓN
27 de Octubre 2020
Como era de esperar
llegó la nueva oleada de pandemia azotando Europa en toda su extensión y a
países especialmente vulnerables como España, hasta sus cimientos profundos. Tanto
en materia sanitaria, como económica, social y desde luego política. Y aquí
seguimos, en espectáculo permanente tan decadente como antiguo, tan conocido
como preocupante y peligroso; como una pesadilla, como un regreso a la Historia
de pena negra, con sangre, sudor y lágrimas. De esta segunda gran curva de la
pandemia, esa que dice el inefable Sánchez superaremos como la primera, y de la
sesión parlamentaria donde se interponía una necesaria y oportuna Moción de
Censura contra el sanchismocomunismo, podemos y debemos extraer muchas y
variadas conclusiones. Cada cual formulará la suya y desde luego, las hay para
todos los gustos, colores y pareceres; sin mayores pretensiones ofrezco la mía.
Pero ya ven, hasta dicen se acrecienta el apoyo del gentío a ese peligro
nacional, el peor peligro para la democracia, que ejerce la Jefatura del
Gobierno de España.
Pues ya digo, la
Moción de Abascal, en nombre de su partido y de sus varios millones de
votantes, no solo era oportuna, sino necesaria. ¿Acaso era más oportuna y
necesaria la que derribó a M. Rajoy? Claro, esta se adoptó en conjunción
acordada, por fuerzas de progreso, en defensa de la democracia, la
transparencia y la decencia. Y cuando esas fuerzas de progreso o algo así,
muestran su verdadero rostro, ejerciendo una nefasta función deformadora del
ordenamiento constitucional, para poner fin a la democracia parlamentaria y
representativa, que llaman democracia burguesa, continuación de la orgánica franquista, y ante un
mal planteamiento de la obligada censura, con gran escándalo se unen y preparan
el escudo antifascista, para hacer frente a la avalancha que apenas matizan,
pero que en burda y asombrosa mezcla, lo mismo invocan un fascismo
joseantoniano, nazismo asesino o el franquismo permanente.
De manera que en un
espectáculo circense que produce escalofríos, contemplamos hasta el propio
Bildu, haciendo alarde de tolerancia, respeto y defensa del sistema,
profiriendo descalificaciones e insultos contra una fuerza democrática,
mientras no se demuestre lo contrario, con 52 escaños y más de tres millones y
medio de votos. Es decir, que el 15,21 % de los votos obtenidos por Vox, supone
un 3,80% más, que los porcentajes sumados por ERC, JxCATJunts, PNV, Bildu, BNG
y Mas País, juntos. O aún más claro, encontrarse 17 escaños por delante del
comunista Vicepresidente del Gobierno y su movimiento asambleario, con el 2,24%
más, de votos obtenidos.
Pero todo ello es
igual, para un guion que parece escrito y mantenido desde 1934. Ahora es todo
más falso, cínico y de una hipocresía rayana en el descaro. Tras escuchar a los
Sancheiglesias predicar desde la Tribuna del Congreso, recordaba aquélla desdichada
sesión parlamentaria creo de 11 de febrero de 1873- parecida en tantas cosas a
la comentada- en la que Pi y Margall en altavoz y agitado, tras la renuncia de
Amadeo, decía a diputados y senadores reunidos “no tenéis Rey ni Gobierno,
tenéis solo Las Cortes, como único poder legítimo”. Y así fue aquel
malhadado año republicano perdido en la Historia sórdida de una España,
gobernada por traidores, seguidos por un pueblo con más fervor que razón,
atrasado, mayormente inculto, que casi siempre enfocó su futuro siguiendo el
rastro de poetas iluminados. Ahora,
arrinconan y anulan al Rey, asaltan el Poder Judicial y el Tribunal
Constitucional, ocupan las Instituciones esenciales y clave, y se constituyen
en el Congreso de los Diputados, en mayoría, como único poder legítimo progresista.
Ahora, Sanchez en su
papel de felón disfrazado de líder del progreso, proclama con falsario descaro,
fingiendo una vez más aquello que en 1820 había proclamado el pérfido Fernando
VII: “Marchemos, y yo el primero, por la senda constitucional”. Y
despreciando a los Partidos constitucionalistas y democráticos se coaliga con
ideologías tiránicas, terroristas blanqueados, golpistas impunes y
nacionalistas trincones que hunden sus podridas raíces en un racismo seminazi.
¿Y qué decir del otro lado de la falsa moneda? Pues un estalinista fanático
como Iglesias, tirano como corresponde, unido a hedientos regímenes
dictatoriales, a la escoria residual del mundo de la luz y la razón,
defendiendo y alabando la pieza oratoria magistral del liberalismo desnortado y
debilitado de Casado. Con voz de Pater en Colegio Mayor de los años cincuenta,
se hace pasar por un moderno doctrinario, un añorante de Cánovas o Sagasta; un
krausista. Si lo hubiera podido escuchar mi recordado Diez del Corral, figura
intelectual señera de las Ideas Políticas que sembró ciencia pura y razón en
aquella Facultad de Ciencias Políticas, sepultada por estos cantamañanas. Menudo espectáculo de desazón y rabia de
tanta impostura amparada por la hermosa Constitución de 1978.
Por su parte, la
pandemia, puso de inquietante manifiesto el fracaso rotundo del Estado de las
Autonomías y más en concreto el Título VIII de la Constitución. Tanto en
sanidad como en educación. Ello requiere la imposible por ahora reforma
constitucional, de la que hablaremos. Pero de eso a la anulación de las
Autonomias y recentralización del Estado, hay un trecho. En un discurso como el
de Abascal, repleto de sentido común y sentimiento generalizado, sobraban las
invocaciones a Trump, la UE u otras torpezas de inexperto político, guiado más por
el sentimiento que por el pragmatismo. Frente a él, y no juntos, un Casado en
plenitud intelectual, capaz de enlazar una bella pieza oratoria en defensa de
la unidad territorial de España, el progreso y la libertad. Pero
inexplicablemente, con torpeza infinita arremete política y personalmente
contra Abascal, dividiendo parece que definitivamente la derecha en tres partes
irreconciliables. Pero mientras ellos se dividen aun más, el autoritarismo se
establece en el Estado y agoniza la Constitución y la Libertad.
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