LA AZOTEA
LA CAMPAÑA
29 de Octubre 2019
Dice el ministrillo Petit Marlaska
que la violenta rebelión catalana ha tenido más impacto que la del País Vasco,
o algo así. Seguramente dice esa inapropiada mamarrachada, tras contrastar la
opinión de las familias de los más de ochocientos asesinados por ETA de los que
más de la mitad aún están sin esclarecer, ni detenidos sus autores, por los
humillados, maltratados y desprestigiados servicios represivos de su
Ministerio. Y de los asesinos detenidos, procesados y encarcelados, otra mitad
ya están en libertad, como el chulesco Otegui que no solo se permite dar
lecciones de democracia norcoreana sino que, por méritos propios y degeneración
del sistema, llegó a ser uno de los socios preferentes de ese negro y arrasador
movimiento reaccionario conocido como sanchismo gobernante.
Pues esto “del Gobierno hizo lo
que debe y hará lo que deba hacer” va de éxito en éxito hasta el desastre
final. Como en Argentina, otrora tercera potencia económica de occidente, hasta
que llegó el peronismo, más a la derecha o a la izquierda, pero igualmente
fascistoide como le gusta a Zapa o más kirchnerista como imitaba Susana Diaz,
porque este nuevo populismo anhela y consigue la dictadura perfecta. Casi seguro,
el pobre doctor en nada seguía refiriéndose a las exequias por el antecesor del
anterior Jefe del Estado, fallecido hace ahora cuarenta y cuatro años. Un
prodigio de cuestión de Estado antes de la llegada de la Justicia
restaurativa que nos tiene preparada este aspirante a Maduro europeo.
Desde luego hacen todos los
esfuerzos por resucitar el franquismo del que aprecian sin saberlo la
complicidad del pueblo y su facilidad para proporcionar bienestar colectivo,
desarrollo económico, educación popular, paz social, respeto internacional y
transformación de la estructura social en mesocracia ejemplar. Eso sí, sin
libertad política. Algo así como en China; pero bueno es modelo que muchos parecen
envidiar, y ya ven, hasta el poco sospechoso amante de la democracia, el
momificado Lenin advertía, al parecer ingenuo Fernando de los Rios, ¿y
libertad para qué?
De manera que esta banda gobernante,
mezcla insoportable de largocaballeristas; comunistas entreverados de
bolivarismo casposo pero fascinados por el totalitarismo puro y duro;
terroristas no arrepentidos de ciega disciplina estalinista, disfrazados con
los privilegios del parlamentarismo burgués; y de nacionalistas con pelaje
variado, para cubrir la miseria de la traición, el deshonor, el trinque y el
odio institucionalizado, se preparan nuevamente para mantenerse en el poder
tras unas elecciones donde por vez primera desde la restauración democrática,
se votará con el miedo al resultado y la
desconfianza en el respeto al escrutinio si este no resultara conforme a las
previsiones del activista Tezanos.
Pero no lo duden porque aquí ni
siquiera el resultado de los comicios, conforme o no a la voluntad de la
mayoría de electores, posee la dimensión trágica por irreversible de la
cuestión catalana, por así denominar. Siempre mantuve que el proceso ha dado
pasos de gigante hasta la consecución del objetivo final. Y nada mejor para
alcanzarlo que un Gobierno proclive a la disolución nacional, vía nación de
naciones, tras los retoques necesarios al texto constitucional y las
concesiones necesarias, incluso nuevamente financieras que satisfagan a los
golpistas. Y se hará y el éxito interno e internacional terminará consolidado.
Y nada impedirá que la banda vasco/navarra se una al aquelarre secesionista. Aquí
lo que hay, diga lo que diga el Tribunal Supremo, es una rebelión en marcha en
el tiempo y en el espacio territorial, que solo frenaría otra rebelión de
sentido contrario. La Campaña que ahora comienza, como continuación a la que
acaba, será un muestrario de ocultaciones, mentiras y apariencias Y después ya
veremos.
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