Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

miércoles, 31 de julio de 2019

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ


LA AZOTEA



BURGUESÍA PROGRE
31 de julio 2019



Pues continuamos sumergiéndonos sin tregua, poco a poco, de forma casi placentera, en eso que Guilluy denomina el caos tranquilo, la no Sociedad, el laminado de la clase media occidental. Y nosotros en eso no nos quedaremos atrás y si es posible colocados a la cabeza de Europa. Tenemos una sociedad adormecida, imbuida de buenismo arrasador, complaciente con el poder si le señala y protege desde antes de nacer hasta después de morir. Y prefiere unos dirigentes que aún sin perspectiva histórica alguna, sin sentido de Estado como centro de imputación de la soberanía, como sujeto de Derecho internacional, como socio de una Comunidad hasta ahora ejemplar, le enseñen incluso cómo vivir en libertad. Quizá se acercarán al modelo Putin, pero libertad al fin, dirán.

Y es claro y comprensible, ahora más que nunca, cómo en este estremecedor primer cuarto de siglo XXI, se necesita protección del Poder ante el desconcierto de la apabullante multiculturalidad; la invasión del Islan que muy pronto será enseñado en las escuelas públicas; la globalidad, que tanto favorece a los poderosos y hace desaparecer no la identificación material y económica de la clase media, sino su esencial contenido cultural y sociopolítico. O, la desaparición de principios y valores insertos en la civilización cristiana, sustituidos por el nihilismo posibilista. O el relativismo moral del bien común, como en el pensamiento, el relativismo ideológico; o el buenismo como doctrina en la acción de lo políticamente correcto. O el vacío dejado por el propio cristianismo/institución que prefiere el brillo social de la oenegé; o qué ocurrirá cuando abran las fronteras del Sur. O el protagonismo desconcertante y lesivo de una burguesía progre, ignorando las enseñanzas de la Historia, tan cruel como su despegue de la realidad. Y todo ello, temiendo conocer la permanencia de la patria propia, la heredada de los antepasados, la que puede ser una nación de naciones o ninguna.

Ese es el papel que se autoatribuye el sanchismo; ser vehículo de poder en la transición desde una sociedad como la nuestra, aún identificada con el franquismo fascista y nacionalcatolicista, a una sociedad nueva, de hombres nuevos educados en la sociedad global del progreso. Y no le gusta Iglesias, que no pertenece a ese comunismo aseado, trajeado y discreto del Presidium soviético o de la Asamblea Popular de China, incluso de Corea del Norte. Iglesias es comunista tan perverso como aquellos, pero en una mezcla explosiva y zarrapastrosa de chándal bolivariano, uniformismo castrista y greñas ecuatobolivianas. Y encima con pretensiones de soberbia totalitaria; y así no se le entra a un doctor de la Complutense, adecentado, limpio, de gustos costosos, trajes al corte y escoltas de lujo. Sánchez, como antes su compadre Zapa, pertenece a la burguesía progre, pero burguesa. El sanchismo sabe qué puede hacer e intentará hacerlo, con o sin el populismo comunista, aunque siempre éstos, bajo control, darán una pátina de progresismo que causaría asombro en Europa.

Ese asombro europeo sería en el momento histórico oportuno. En su ámbito circulan así mismo, burgueses progres como Macron o ahora Von der Leyen, que intentarán preservar el sueño de los Padres Fundadores y de tantas generaciones, tras la tragedia de la Gran Guerra. Y ya ven, Gran Bretaña se marcha y la Unión se deshace a causa fundamentalmente de una derecha intransigente en el cumplimiento de los Tratados y el mantenimiento de las fronteras exteriores, en soberanía, más o menos compartida de los Estados miembros. Y Sánchez ha pretendido liderar el declinante socialismo democrático europeo y nadie le creyó porque nadie, con alguna sensatez, puede considerarle socialdemócrata al gusto europeo.

Y eso toca su estirada vanidad porque aquí, los constitucionalistas no le creen tampoco; imposible, es lo que faltaba. Y claro, son muchos escaños para la denuncia, la crítica y el reproche continuo. Por eso aprovecha el desconcierto y les descalifica sin piedad y con valor casi temerario, presume nada menos que de ciento cuarenta años de impecable amor a la democracia, que ya es valor. Y se siente cómodo pactando el gobierno de Navarra que sin modificación de lo que era la DT Cuarta – tan transitoria como el Consejo General Vasco- inevitablemente será absorbida por Euskadi y dará comienzo el proceso vasco, liderado por los traidores del PNV, siempre a la espera de nueva cosecha de nueces. Y se permite homenajes a sangrientos asesinos. Y se preparan nuevas transferencias competenciales y entre ellas, la gestión de la Seguridad Social, al fin. Y mientras, la rebelión catalana continua su éxito total e imparable mientras se negocia, al fin también, el referéndum de autodeterminación, solo de catalanes y entre catalanes. Y en los Países catalanes la carrera hacia el procés comenzó así mismo, porque el modelo de nación de naciones funciona antes de su establecimiento.

De manera que si hay que votar nuevamente se vota y ya. El CIS crea opinión, como la red de prensa, radio y tv sanchistas, en el mayor dirigismo informativo desde el franquismo; y la red de universidades y los intelectuales orgánicos y los cuerpos sociales intermedios que llegan hasta los alveolos de la vida comunitaria. Y además ya ven, ni los santones de la antigua socialdemocracia dicen algo que pudiera molestar al sanchismo dominante. Y seguirá dominando, al menos la próxima década. Es la etapa de la burguesía progre. Pues eso.      

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