Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

martes, 27 de febrero de 2018

La OPINIÓN de Javier Pipó


La Azotea 


ANDALUCÍA Y ESPAÑA
27 de Febrero 2018, víspera del Día de Andalucía




        Pues si quieren emociones fuertes lean la Encuesta/Estudio General de Opinión Pública de Andalucía (EGOPA 2018), realizado por el Centro de Análisis y Documentación Política y Electoral de Andalucía, de la Universidad de Granada. De la escuela del viejo profesor Cazorla desgraciadamente fallecido, al que tuve el honor de tratar. Alta solvencia técnica, sin fiabilidad de independencia ideológica alguna. Pero quizá suficiente para marcar una clara y definitiva tendencia del régimen andaluz: su definitiva, generalizada y perdurable implantación.

      Un régimen de contenido complejo, culturalmente diverso, sociológicamente estabilizado y políticamente difuso aunque estancado. Y digo complejo porque sería arriesgado y difícil una definición reducida que sintetizara sus llamativos ribetes, quizá de más interés que su propia esencia. No es socialista al viejo estilo visceral y revolucionario de Largo Caballero o Prieto, ni tampoco al ramplón y desnortado servilismo del decadente socialismo Sancheiglesias, ni se acerca aunque quiera, al socialismo “socialdemócrata” renovador y europeista de Felipe González. Es quizá una mezcla sentimental de todos ellos, inmerso en una eficaz máquina de propaganda y efectivo en la penetración social, movido por el populismo demagógico del viejo peronismo y las técnicas de poder del priismo. 

        Y ya ven, tras casi cuarenta años en el poder, el régimen andaluz encuentra en Susana Diaz la piedra filosofal necesaria para su preservación; en base a cambio continuo sin dar un paso; renovando en apariencia continuamente todo, sin cambiar nada. Y es que la Presidenta es mujer joven, aunque no suficientemente preparada, de carencias rellenadas hábilmente en algo más de dos tardes. Chica de barrio sencilla, aseada, sonriente y feliz. Lista, implacable e intuitiva, cercana a su pueblo, por el que quiere hacer cosas, muchas cosas.  Y si Andalucía se separa aún más de Europa y de España no será por falta de su limpio liderazgo permanente, sino por falta de apoyo de un sector de ciudadanos irredentos, o del Gobierno de España presidido por Rajoy “que tantos sufrimientos está causando a los españoles” llegó a decir. O de la incomprensión de las instituciones europeas que también medran lo suyo y desde luego a la falta del maldito tiempo, que cuarenta años no es nada. Pero como lleva veinticinco en los pliegues del poder o viviendo directamente del Presupuesto – este año administrará 35.000 millones, el 24% de su PIB, y le parecen pocos- maneja con soltura el empleo de frases vacías pero sonoras, portadoras de una nada tan pegajosa como esperanzada. Eso tan hermoso de “no podemos seguir con el paro insoportable” sí, el del millón que no cambia o el de reiterar la fórmula “para recuperar la confianza de la ciudadanía” o el inquietante “ir a un nuevo modelo productivo” Y no digamos aquello de “ser implacable contra la corrupción” ante la que “jamás me temblará la mano” y se abre una y otra Comisión de Investigación sobre mamoncillos, mamandurrias y mamacallos que jamás se cerrarán, que para eso tiene a un empleado fiel en la Presidencia del Parlamento. Y ella, siempre rodeada de un Gobierno de mediocres e insulsos funcionarios del Partido, hombres de negro, cuyo papel esencial consiste en hacer fulgente la estrella, ayudados por un impresionante coro mediático en la configuración del nuevo mito. Y ya está casi conseguido.

        Ahí tienen los datos de la encuesta de este idílico jardín, recogidos en 143 páginas de primor. Aunque el 65% de los encuestados considera la situación económica mala o muy mala – para el 81% el paro es el primer problema de la Comunidad- el 71% considera le fue bien o muy bien personalmente el último año. Y si bien el 79%  señala el Gobierno andaluz como de ninguna o poca confianza, el Partido de Susana recibiría el 34% de los votos, lejos del 20% de C´s y no digamos del 18% del PP. Y ello a pesar de que C´s – mayordomo de Susana en la legislatura- es el que más simpatía despierta al casi 30% de andaluces, frente al 22,4% de PSOE y 14% de PP.

        De manera que si esto no es complejo ya me dirán. Y es que la enorme corrupción andaluza acumulada a partir de 1985 se ha socializado. Ese es el éxito grandioso del régimen. Fíjense, el segundo problema de importancia para los andaluces es la sanidad – la joya de la corona que dice la Presidenta- que preocupa al 34,6 frente al dicho del 81% del paro y que puede llegar a convertirse en el primero de continuar el derrumbe del sistema sanitario y la enorme estafa de la subasta de productos farmacéuticos, única en España y Europa. Y la corrupción, ahora llegada al enjuiciamiento de una parte menor y del que se desprende un hedor vergonzoso para cualquier sistema democrático, solo preocupa al 28,8% constituyendo el tercer problema a juicio de esta exigente “ciudadanía”. Y ya comienza el descaro violento y parece que imparable del narcotráfico en las costas de la región con más paro de España y Europa, en un alarde de poderío frente a un Estado débil y estúpido, incapaz de defender y hacer cumplir la Constitución. Aquí, con el narcotráfico o la masiva migración africana, o en Cataluña con la rebelión secesionista en continua burla de las Instituciones.

        Solo el Rey está siendo capaz de mantener la dignidad del Estado y suplir las carencias de un sistema democrático sin demócratas. Qué difícil el aprendizaje de la libertad y su mantenimiento. Y lo que viene.

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