La Azotea
EL OMINOSO DESFILE
1 de Septiembre 2017
Pues claro que aquello de la
manifa en Barcelona no pasaba de charlotada maniquea y programada hasta el
detalle, a falta solo de las formas geométricas, exactas y multicolores de los
desfiles a lo Kim Jong-Un en su Pionyang natal. Y ya me dirán lo que podía
hacer el Rey, reinante en una de las pocas monarquías modernas, democráticas,
prósperas y libres que en el mudo quedan, entre tanto clavel envenenado, tanto
cartel de odio, desprecio e infamia, entre tanto achulado charlatán y tanto tenaz
e irreductible bolchevique. Pues no hizo nada, salvo perder el tiempo y
soportar el ruido insultante de miles de gargantas criadas a la enseñanza
odiosa e inútil del nacionalismo resentido, trincón y golpista.
Yo al menos, si no fuera porque
en juego está el ser o no ser de la Nación, el desfile/manifestación me pareció,
o mejor, me dejó sensación entre lo cómico y lo dramático de la mejor
escenificación del declive español de este primer cuarto de siglo. En la avanzadilla
figuraba una uniforme representación de la sociedad que viene - formada en las
madrasas nacionalcatalanas- que cada poco se revolvía contra la llamada
“representación institucional”, es decir contra dos Órganos del Estado que
representan nada menos que al Poder Moderador de la Corona y Jefe de aquel, y al
Poder Ejecutivo, que personifica el Jefe del Gobierno y sus Ministros, atentando
impune y altaneramente contra la integridad moral de sus titulares, pisoteada y
difamada cuantas veces lo consideró oportuno esa vanguardia revolucionaria del cupismo.
Y no me nieguen ese punto algo cómico de la
“primera fila institucional” insertada uno sí uno no, por representantes de los
que debían ser desagraviados: inmigrantes negros y/o musulmanes de la paz del
Islán, vaya usted a saber si incluso ilegales y generosamente subvencionados.
Al fin, los muertos, muertos están y poco puede hacerse. De manera que la
escolta a los Órganos superiores del Estado – acusados de culpables indirectos
de la masacre sangrienta- correspondía a los representantes de los que
solicitan por las buenas o por las malas, ocupar el espacio dejado ya o en
huida acelerada de la putrefacta y degenerada burguesía cristiana, capitalista
y occidental. Porque la segunda y tercera filas, es donde figuraban representantes
de la peor y más cobarde clase política que tuvo España desde la Restauración. Y
detrás, el resto del gentío, vociferante, portando cartelería inculta y
despreciable envuelta en masa unicolor de esteladas amenazantes e
inconstitucionales, atrapando en sanwich ridículo y pasmoso a la más genuina
representación del Estado español, cabizbajo, humillado y puesto de lado para
cubrir tan extravagante espectáculo. Los ciudadanos españoles y su bandera, apenas se visualizaron, si es que tuvieron
representación en esta masa disciplinada de súbditos de la situación.
Y el final, ante empanados y atónitos espectadores, pues fin
de fiesta por todo lo alto. Ante los Jefes del Estado y de Gobierno, la
progresía feminista hermanada con una representante de la mujer libre y
autodeterminada musulmana - ya sabemos y debemos aceptar que el velo es una
forma de rebeldía femenina que seguramente hará furor en futuro no lejano – declamaron
una perorata, adornada incluso con García Lorca, a favor del diálogo de
civilizaciones y la convivencia intercultural. Un primor de totalitarismo el
que se gesta en la Cataluña del senny y la Renaixença, de la burguesía culta,
próspera y laboriosa del pasado. Menudo futuro se adivina y nos espera
soportar.
Pero no crean que esta conjura de necios acababa en la hermosa Plaza de Cataluña sino que
continuaba en el Congreso de los Diputados, reunidos en sesión solemne para
entablar el más estúpido e imposible diálogo de sordos. Desde una juez estrella
nerviosa y desubicada, incapaz de explicar por qué estaba allí y sobre todo
para qué, al pobre Rivera que aún se debate entre el socialismo sanchiglesista
y la socialdemocracia liberal o algo así, de Rajoy, sin enterarse que ninguno
de los dos están en lo que dicen, ni dicen dónde están; pero él, tampoco le
interesaba mucho para presentar su próximo proyecto de Ley, sin tener siquiera
seguridad de la oportunidad. Y qué decir de la brillantez inane de Don Mariano,
explicando con ironía devastadora que él o el caos, y encima es verdad, aunque
nadie le cree, pareciendo disfrutar como nunca de sus últimos meses de vida
política. Pero claro, frente a un Tardá que en algún momento parecía querer
golpear el pupitre con su zapato, como hizo hace 67 años su viejo camarada Kruschev
en la Tribuna de la ONU, en una pieza oratoria antigua, casi arqueológica, más
parecida a las intervenciones de los federales en las Cortes de la Gloriosa de
1868 y su defensa de la república virgen e inmaculada; menuda mamarrachada. Y
para que referirse al castrochavismo de Iglesias y camaradas o al finolis del
PNV. Todo otro espectáculo electrizante.
Pues temas urgentes y trascendentes sí que los hay como para
poner a trabajar al Parlamento a la vuelta de vacaciones. Y no sería menor un Plan Hidrológico Nacional o
Energético, o de Seguridad Nacional específico para el asalto inmigratorio o la
amenaza real del yihadismo asesino y exterminador. Y desde luego el gran tema
de la rebelión secesionista catalana, sobre la que aún desconocemos si el
Gobierno tiene plan de defensa de la unidad nacional, una vez descartados los
artículos 8, 55 en relación con el 116 y el 155, todos ellos de la CE. Quizá
quede la Ley de Seguridad Nacional de 2015. Pero veremos si son capaces de
salir de la sede del TC que como el Poder Judicial muestra cierta hartura de
tanta incompetencia de Estado. La masacre de Barcelona, si algo puso de
manifiesto fue el caos competencial de un Estado tan mastodóntico, como inútil
e ingobernable. El desfile/ manifestación de Barcelona, bien pudo terminar en
el Congreso de los Diputados con la Señora Sardá declamando versos de Neruda y
Hernandez, porque el frente popular con Sánchez como Presidente es solo
cuestión de meses, y a la postre, como dijo Unamuno en 1931, la república trajo
a los republicanos, no los republicanos a la República. O sea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario