LA AZOTEA
El día 7 de Abril de 2007, el entonces
Presidente del Gobierno de España, José Luis Rodriguez Zapatero, remite una
carta al dictador comunista Fidel Castro que diez días después es publicada por
el Diario “El Mundo” en la columna Canela Fina del periodista Luis María Ansón,
de la Real Academia Española.
La carta es modelo de sumisión
intelectual y desvergüenza absoluta impropia de un Gobierno perteneciente a la
Unión Europea. Zapatero continua apoyando la dictadura venezolana, por la que
siente fascinación al igual que por la cubana de la que es pieza inseparable de
los totalitarismos del siglo XX, que hoy denominan Socialismo del siglo XXI.
Dada su importancia que explica la deriva
autoritaria y la escuela dejada tras los nefastos años de Gobierno, La Azotea la
transcribe en su totalidad. En ella podremos observar que Sancheiglesias no pasa
de vulgar continuador de ZP al que dejará como aprendiz en la superación de su
infantilismo revolucionario, tan peligroso como contrario a los intereses
españoles.
Javier Pipó
1 de Agosto de 2017
Querido y admirado Presidente, mi
Comandante:
El ministro de Asuntos Exteriores de
mi Gobierno,
Miguel Ángel Moratinos, me da cuenta
de su viaje
oficial a Cuba y me informa de la
evolución favorable
de la salud de Vuestra Excelencia. No
sabe cómo lo
celebro porque mi generación se ha
educado con la
vista puesta en la Cuba comunista y
en la figura
irrepetible de Fidel Castro,
centinela de la libertad,
caudillo del Caribe por la gracia del
destino histórico
y comandantísimo de los ejércitos de
Tierra, Mar y
Aire de la perla de las Antillas.
Las nuevas generaciones que viven en
el
hedonismo, no tienen conciencia clara
de lo que ha
supuesto para el mundo la lucha de
Vuestra
Excelencia por la libertad, por los
Derechos
Humanos y por la política social,
todo ello frente a la
voracidad del Imperio, frente al
incalificable bloqueo
impuesto por los Estados Unidos. A
pesar de esa
tropelía histórica, Cuba es hoy,
gracias a Vuestra
Excelencia, un paraíso de libertad,
una nación justa
en la que se respetan y acatan las leyes
derivadas
de la voluntad general libremente
expresada, con un
pueblo libre y esperanzado que
disfruta de un alto
nivel de vida, habiéndose sustituido
en todas
vuestras ciudades el caduco signo de
la cruz por el
de la hoz y el martillo. El ministro
Moratinos se ha
quedado en un pasmo ante el progreso
y la dicha de
la ciudadanía cubana.
Ciertamente la depravación del
turista extranjero ha
obligado al Gobierno de Vuestra
Excelencia a
mantener en las calles a las
jineteras pero la
inmensa mayoría de la nueva
generación vive feliz,
encuadrada en ese frente de
juventudes admirable
que es la organización de los
pioneros.
Di instrucciones a mi ministro para
que no abogara
por los llamados «presos políticos»,
que no son otra
cosa que mercenarios al servicio de
una potencia
extranjera, traidores a la patria o
terroristas que
pretenden socavar los cimientos de la
gloriosa
Revolución, el régimen establecido
por Vuestra
Excelencia, que es ejemplo en todo el
mundo de
respeto a los derechos humanos y a
las libertades.
Sólo la falacia del ultraderechista
Aznar pudo llevar a
la decadente Europa a la posición
fascista de tomar
medidas contra el régimen de Vuestra
Excelencia.
Naturalmente yo he decidido
restablecer una
relación privilegiada con el Gobierno
democrático de
Vuestra Excelencia. También di
instrucciones a mi
ministro para que no atendiera a los
disidentes,
ridículas minorías resentidas,
incapaces de
comprender la grandeza de la
Revolución que
Vuestra Excelencia, patria o muerte,
ha llevado a
cabo.
Dentro de dos años, mi Comandante, se
cumplirán
los 50 años del acceso a la jefatura
del Estado de
Vuestra Excelencia. Me propongo
acudir a La
Habana, en compañía de todo mi
Gobierno para
rendir a Vuestra Excelencia el
homenaje que todos
los demócratas del mundo le debemos.
Medio siglo,
50 años, ganando una tras otra todas
las elecciones
ejemplarmente democráticas que se han
celebrado
en vuestro país, hollado un día por
aquella España
de infausta memoria, colonialista,
católica e
inquisitorial, es acontecimiento sin
precedentes.
Aprovecho esta carta, mi Comandante,
para
implorarle que me conceda el alto
honor de permitir
que España se incorpore al eje
Castro-Chávez-Evo,
que tiene en permanente tembladera a
los Estados
Unidos y a su presidente fascista, el
malhadado
Bush.
En espera de sus gratas noticias, le
reitero, mi
Comandante, mi deseo y el del pueblo
español de su
pronto restablecimiento y quedo como
siempre a la
entera disposición de Vuestra
Excelencia con mi
renovada admiración y mi deseo
permanente de
seguir recibiendo vuestras
enseñanzas".
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