CÓDIGO PUK
CAMARADA XELO
José Luis
Miró. El Mundo Mallorca
CONOCÍ a varios profesores de esos de «soy tu
amigo, puedes tutearme». Fueron con diferencia los peores, porque un profesor
no puede ser amigo de sus alumnos. Siempre preferí a los que mantenían la
distancia; a los que ejercían, por así decirlo, de enemigos naturales: «Yo en
mi tarima, usted en su pupitre; yo mando y usted obedece, porque así son las
cosas. Y si se pasa de listo, caballero, le meto un puro que alucina». Las
cosas claras desde un principio para saber a qué atenerse.
La educación actual, que ha llevado a
España a los más altos niveles europeos de fracaso escolar, y a Baleares a ser
la campeona nacional en la materia, está plagada de esos nefastos «profes
enrollaos» que empezaron a prodigarse con la EGB de los 80 (muchos de ellos
pertenecientes a la subespecie de seminarista con guitarra) y que hoy conforman
una verdadera legión de adoctrinadores. Porque, no lo olvidemos, todos eran y
son nacionalistas y dogmáticos.
Pero la cosa no va de educación, que más que una asignatura
pendiente es una causa perdida, sino de política. La analogía entre el profesor
colega de toda la vida (de la nuestra, quiero decir) y el modelo que han
adoptado muchos gobernantes me parece bastante razonable, no sólo por la
tendencia que ambos
«Me aseguran que lo primero que hizo La Xelo cuando llegó al Parlament fue ordenar a todo quisque que la tuteara»
Me aseguran que lo primero que hizo La Xelo
cuando llegó a la presidencia del Parlament fue ordenar a todo quisque que la
tuteara y a continuación mandar a varios comisarios a que averiguaran si los
ordenanzas y otros empleados de la institución habían sido obligados a tratar
de usted a los anteriores presidentes. No me imagino –bueno, sí que lo hago– la
cara que se le debió quedar a la camarada Huertas cuando le presentaron la
conclusión de las pesquisas: «Dicen que lo hacían por educación y porque se lo
enseñaron así sus padres». La misma jeta malhumorada, más o menos, que puso
cuando al día siguiente de tener la ocurrencia de soltarle a Felipe VI que
invirtiera el dinero del cóctel real en un comedor social leyó en la prensa que
la habían pillado de marrón con su Audi A6 oficial de 50.000 euros y lunas
tintadas, dejando a la vista que, por mucho que se deje tutear, ella también es
casta.
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