Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

miércoles, 28 de abril de 2021

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ

 

LA AZOTEA

 

DEMOCRACIA O FASCISMO

28 de Abril 2020

 

 

Pues creo que Iglesias, leninista y agitador callejero, hablando desde el mismo Gobierno de España, desde el Parlamento o poniendo en marcha al gentío, nunca nos dió el calibre exacto de su farsa circense más que, cuando ha soltado al aire ese poema delirante de que la batalla de Madrid se libra entre democracia y fascismo. Y claro, él mismo se coloca en el bando civilizado de la democracia porque el fascismo es todo lo demás. Y parece que hay un sector social que da por válida esa tremebunda fanfarronada. Ya sé que como estalinista y zarrapastroso bolivariano, Iglesias adquirió tan inmerecida relevancia desde que su camarada el muy mediocre y parlanchin Sánchez le abrió la puerta del Gobierno de la Nación que tan tramposamente preside y muchas de las Instituciones clave del sistema que juntos pretenden derribar, una vez arrasado.

Y todo quedó contaminado de basura ideológica, de odio sin fin que llega no solo a utilizar el BOE como Bando doctrinal, sino el mismo Ministerio del Interior, donde el infame personaje que lo preside se permite con impunidad manifiesta, acusar al primer Partido de la oposición como “organización criminal”; lo mismo nos queda por ver cómo su policía patriótica es mandada a registrar la Sede, en busca de sedicentes y mafiosos fascistas. O ese otro Ministro de Consumo o algo así, explicando en su panfleto Por qué soy comunista, la repugnante Transición y el papel de Santiago Carrillo, demoniaco traidor que fue capaz de divagar sobre el Eurocomunismo, ese intento de conversión del PCE en partido democrático, abandonando la violencia y la dictadura como medio de acción política y como fin en la conquista del Poder, es decir el leninismo. De los demás, como Abalos, Belarre, Montero o la otra Montero, mejor los juzgue el futuro y pueda ser valorado el inmenso retroceso histórico que juntos, están proporcionando a la Nación española.    

De manera que este peligroso dúo, y la manada que les acompaña y les da cobertura, se han constituido en el mayor peligro para la democracia española, la Jefatura de su Estado, la unidad como Nación y la Libertad como esencia definitoria. Ahí los tienen como formaron valladar infranqueable, el pasado 25 de marzo junto a los neonazis del PNV, los xenófobos independendistas catalanes, los bilduetarras y demás mareas, rechazando en el Congreso la proposición presentada por la Oposición, de condena del totalitarismo nazifascista y comunista, en base a la Resolución similar del Parlamento europeo de 2019.  Claro, resultaba imposible reiterar la necesidad de conmemorar a las víctimas de estas aberrantes ideologías que procediendo del tronco común socialista, sacudieron y bañaron en sangre gran parte del siglo veinte europeo.

Y resulta imposible porque el Secretario general actual del PCE, el muy conocido bolivariano y defensor de las mas abyectas dictaduras sudamericanas, Enrique Santiago, no está dispuesto a equiparar los crímenes de unos y otros. Claro, durante la II GM, las democracias occidentales cometieron el inmenso error de contar con Stalin para derribar el horror nazi como aliado más, aunque representara la venganza de un totalitarismo sobre otro, aun habiendo firmado el vergonzoso Pacto y reparto Ribbentrop-Molotov en 1939. Ese blanqueo impide hablar de genocidio comunista, según la ONU en 1948, en pleno festejo de los Aliados. Pero eso no impide hablar de matanzas o de Pol Pot, Kim Jong-Un, Mao, Castro, o los crueles dictadores de la URSS, RDA, Polonia, Bulgaria, Rumania, Checoslovaquia. De manera, que menos cinismo exigible a ese intelectual de medio pelo, en doctrinas de Marx, Engels o Gramsci, porque ha vuelto a la inmersión del PCE en el más puro y criminal leninismo. Y aunque hay miles de testimonios, ahí tienen El libro negro del comunismo de Stephane Courtois o entre nosotros, Memoria del Comunismo, de Jimenez Losantos.

Miren, naturalmente que en Madrid se enfrentan, por ahora en la buena confrontación de los votos, por una parte, la democracia parlamentaria y constitucionalista y, por otra, el fascismo. Pero el fascismo, lo representa cada vez con más nitidez y descaro, el sanchismocomunismo que ojalá su instalación en el Poder dure no más allá de lo necesario para que en España no se ponga el sol de la Libertad.      

 

         

 

 

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