LA AZOTEA
POPULISMOS
Desde
esta Azotea de hace pocos días, sostenía el criterio de que durante el siglo
XXI se afianzará el predominio de Oriente, esa otra parte del mundo
suficientemente extensa y donde habita la mayoría de la población mundial, capitaneado
por China. Y desde luego ésta, no descansa en tomar posiciones en todos los
Continentes con su capitalismo de Estado, agresivo e implacable, y su desprecio
comunista por los derechos humanos. Aprovecha la debilidad extrema de Occidente
dirigido hasta ahora, por esa antorcha de la Libertad y la Democracia que en el
último siglo y medio han representado Estados Unidos. Y también Europa, aunque en
el mundo del pensamiento y la razón, dando un baño de humanismo al sistema
liberal imperante y a luz, lo mejor de la teoría y las ideas políticas que
alumbran el Estado de Bienestar, que desde mediados del siglo XIX implanta los
mejores y más completos sistemas de seguros sociales y su significado de
progreso y dignidad colectiva.
Y ya ven, por algo
será, pero la próxima reunión presencial de la cumbre de Davos, se celebrará no
en Suiza, sino en mayo y en Singapur, tras un tanteo on line este mismo mes de
enero. Especular sobre su significado o el etéreo contenido dado a conocer,
resulta inútil para este humilde comentarista, aunque se empeñe en olfatear su trascendencia.
Y quizá deba añadir que ciertamente el comunismo chino ateo y beligerante
contra cualquier creencia religiosa, deberá con dificultad completar su conquista
con el mundo árabe, esencialmente creyente y en gran parte fanático, jugando
sin duda papel fundamental. Pero también USA, ahora dividida y partida por
mitad a causa del populismo trumpista que ha sacudido hasta sus cimientos, a
pesar del éxito arrollador de su política económica. Se abre pues un periodo de
expectación mundial ante el mandato de Biden o de su Vicepresidenta Harris, a
la espera de regeneración y recuperación del liderazgo mundial perdido, sobre
todo desde la etapa Obama.
Europa y sobre todo
España, deberían aprovechar la lección norteamericana para apreciar los efectos
devastadores del populismo en el orden mundial. Y es verdad que los que
comienzan su implantación en uno y otro Continente, son de signo distinto e
incluso contrapuesto, pero populismos a la postre y en consecuencia iliberales
y contrarios a la democracia representativa. Y en ninguno de los Continentes
separados por el Atlántico son novedosos en sus Historias políticas. Ahí están como
memoria viva del fracaso de Naciones como Argentina, con el peronismo expansivo
y antidemocrático; el experimento de desarrollismo autoritario chileno y la
Escuela de Chicago tras él; la tragedia venezolana y el comunismo cubano de
padrino totalitario en su hundimiento económico y ruina moral; la propia Cuba y
su largo caminar de socialismo real o los disparates de Bolivia o el mismo
Brasil. Y Europa, ha logrado hasta el momento, superar en progreso y bienestar los
viejos regímenes autoritarios y socialfascistas portugués, español o italiano por
no hablar de la miseria comunista que hundió media Europa en la indignidad.
Mientras en Europa
asoma la sombra del autoritarismo facistoide, cuando no descaradamente nazi, en
España ya llegó al Gobierno el germen disolvente del sistema, la Constitución y
el espíritu cooperativo de la irrepetible Transición. Un personaje desarrapado,
con aires profesorales, estalinista y bolivariano hasta las cachas, busca traer
a la mesocrática Nación española el “alumbramiento de la organización
política más democrática, ciudadanista (sic) y transparente de nuestra historia”.
Y para eso invoca a Chavez como inmortal y trata de aprovechar la posición en
que lo ha situado la felonía sanchista, para abrir la que llama “ventana de
oportunidad” en la conquista del Estado. Ahora, ya, con un Estado débil, desbaratado,
hundido en la bancarrota y azotado por una pandemia de consecuencias
imprevisibles.
Al alcance de quien lo
desee ya existe un amplísimo inventario de disparates ajenos a la razón
ilustrada y el avance del pensamiento político occidental. Una avalancha infumable
de eslóganes revolucionarios, cuando no estúpidos, como “el socialismo es
democracia sin fin” o “amor” que diría Monedero. Y no se cortan ni desde el
mismo Gobierno que copresiden Un caudal de avisos y amenazas, desde la Corona a
la libertad de expresión, suficiente como para que hubiesen desaparecido del
escenario político tras su ilegalización, como enemigos declarados de la Constitución,
la unidad nacional, la paz y el bienestar social, el desarrollo económico, la democracia,
y en suma la libertad. Y nadie debe esperar un desalojo democrático del
sanchismocomunismo. Cuando convoquen elecciones, si lo hacen, es con la
seguridad de ganarlas. Como sea. Si las perdiesen Trump resultaría un inocente
político que renuncia a lo alcanzable. Pues eso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario