LA AZOTEA
CAMINO DE LA INVOLUCIÓN
20 de Septiembre 2020
Pues fíjense que ya hace unos años, cuando ZP interceptó el camino de España, desde esta Azotea ya divisábamos un horizonte de involución, que ojalá no acabe en tragedia a la que tanta costumbre y tradición tenemos en esta bendita tierra. Ahora casi nadie es capaz de negar encontrarnos en el ojo de un huracán sanitario, de involución económica arrasadora y de involución política desconocida. En perfecta sincronización de los distintos poderes que circulan por los despachos y las alcantarillas, todo está en marcha estática para una larga y desoladora involución del sistema.
Cada día que amanece se ilumina el camino
de democracia sin demócratas; de libertad otorgada y en consecuencia mutilada,
vigilada e irreversiblemente controlada por los guardianes del autoritarismo.
Ya digo, lo comenzó ZP poniendo el negro punto Z; traicionando la herencia
recibida; llevando la socialdemocracia hacia el marxismo más cutre y
reaccionario de Europa en la linde del leninismo populista. Y su hijo político
Sánchez, terminó la faena metiendo en Moncloa, en inmoral coyunda, el comunismo
zarrapastroso de Iglesias. Nació pues, el sanchismocomunismo, una mezcla
explosiva de consecuencias seguramente letales para la Nación y de
repercusiones graves en la UE.
Pero no crean que todos los opinadores
amantes de la libertad predican lo mismo. Ahí tienen a Luis María Ansón, otrora
estrella del periodismo culto y libre, derechista y consumado monárquico,
liberal conservador donde los haya, defendiendo siempre que puede al
peligrosísimo Iglesias; hasta llegar al colmo del buenismo bobo, exigiendo su
integración en el sistema, tal como ocurrió con Carrillo, dice. ¿Más
integración que elevarlo a la Vicepresidencia del Gobierno de España, con su
camisa colorá, su corbatita negra, su moñito alto y sus pendientes de
fallera? ¿Imaginan a Suarez nombrando vicepresidente a Carrillo disfrazado de
cobrador de noria ferial?
Pero antes de llegar al Gobierno el
extravagante, inútil y peligrosísimo Iglesias ya había dicho de forma
cristalina, en la mejor doctrina gramsciana: en política no se gana por
tener el mejor discurso ni más votos…sino por tener poder. Y él, que hace
de Gobierno y de oposición simultáneamente y según pueda y le dejen, tiene la
información, el BOE, la calle, la cultura o así y los medios de comunicación
mayoritarios. Suficiente. Pero quizá el gentío debería entender que el
comunismo jamás será moderado, todo lo más posibilista; que jamás dará marcha
atrás, salvo para tomar impulso; que jamás rellenará su laguna moral, incluso
con un retorno imposible a la moral racional de Kant, como proponían los
austromarxistas; que jamás serán capaces de engendrar libertad que emana de
conjugar derecho con ética. El comunismo es irreformable o desaparece, como
decía Revel y demostró la era Gorbachov.
Y qué decir del creador del nocivo
sanchismo, pues a lo suyo que no es lo nuestro, porque una vez conquistado el
poder, saber mantenerlo es el empeño y eso no requiere modelo moral alguno,
solo astucia. Y a él le sobra tanta como soberbia, aunque le falte dignidad,
grandeza, patriotismo y altura de estadista. Y ejemplos de la loca política al
borde del abismo, los hay ya hasta la saciedad. Desde la obsesiva pretensión de
acabar con la independencia judicial y la separación de poderes, al derribo
progresivo de la Monarquía, con la vista puesta en la implantación de una
República continuadora de la segunda. Desde la infame y antidemocrática Ley de
Memoria Democrática, inmoral e inconstitucional, aunque inatacable
judicialmente, salvo que sean fascistas organizados, dice la ilustre
perillán, también estadista, Carmen Calvo, al derribo miserable de la
Presidencia de la CAM. Desde la
política cobarde e inmoral con los presos de ETA a la modificación del Código Penal
en cuanto a los delitos de sedición y rebelión. Es decir, jugar a todos
los bandos posibles e indeseables, aunque representen el detritus más disolvente
y repugnante del sistema; lo mismo se sientan en mesa de negociación con
Cataluña para continuar el proceso que negocian nuevas cesiones sin fin
al País Vasco, con apoyo a su nuevo Estatuto de autodeterminación.
Pero aun fracasando el sanchismo, el mal está hecho, la división está
creada, el peligro está al acecho. Ya ven el otro bando, por ahora dividido en
tres y sin perspectivas porque el error es el horror de la ambición desmedida,
de la impunidad ante una justicia lenta – la independiente - enredada en el
preciosismo de un garantismo barroco que la paraliza hasta la desesperación. Y
no será por el trato democrático que reciben los populares presuntamente
liberales, a sus desvelos por salvar la estructura económica del sistema,
soslayando la regeneración ética, en la creencia que aquella traerá el
fortalecimiento de ésta. Al final, ni esta ni aquella, asistiendo la sociedad
boquiabierta a reproches que solo circulan entre la cantidad saqueada por unos
u otros, como si alguien fuera capaz de matizar en el hedor de la
podredumbre. Solo se vislumbra por ahora el camino de la involución, el
temor al contagio y la desesperanza del hundimiento económico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario