Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

jueves, 6 de agosto de 2020

LA OPINIÓN DE JULIÁN DELGADO

Artículo que será publicado por el Diario ULTIMA HORA de Palma, el 8 de Agosto

 

DE LA MENTIRA COMO OBRA DE ARTE

Julián Delgado. Escritor

 

Del asesinato considerado como una de las bellas artes es un ensayo de ficción de Thomas de Quincey escrito en tono irónico. Reflexiona sobre las diferentes maneras de asesinar, explicando la elegancia de unas y otras según aspectos estéticos, como, por ejemplo, la forma de salpicar la sangre.  

El Gobierno de Sánchez se sustenta en la propaganda, la impostura, el frentismo, la egolatría, el populismo, la impunidad y, sobre todo, en la mentira, de la que ha conseguido hacer una de las bellas artes. No me dirán  ustedes que el cuento Ábalos y las treinta maletas en Barajas, dando en el mismo día cinco versiones diferentes del caso, no alcanzó el grado de obra de arte cuando fue rematado con el nombramiento del jefe de la Guardia Civil que facilitó la maniobra como  sucesor del coronel De los Cobos. ¿Y qué me dicen de la tesis del presidente, fusilada por un negro, incluyendo los errores tipográficos del original, de la que aseguró haber pasado con nota el filtro de una  empresa, que luego ésta desmintió? Pura poesía. ¿Y los dos mil muertos resucitados de una tacada? ¿Y el hábil escamoteo de 20.000 fallecidos? Primorosas.

 

De Quincey desdeña el veneno para asesinar, por falta de imaginación.Sánchez desprecia las mentiras menores, las poco elaboradas. En el Comité de Expertos tienen ustedes la mentira hecha arte. Merece que los especialistas se reúnan para hacer la crítica como si de un cuadro, una escultura u otro tipo de obra de arte se tratara. El ministro Illa fabuló el fantasmagórico Comité para descargar su responsabilidad en las decisiones políticas y, oculto bajo su amparo, pudo castigar a la pérfida Comunidad de Madrid, retrasando su desescalada. Sánchez agradeció la labor del Comité en una de sus plúmbeas apariciones a la hora de la comida. Las presiones que sufre cualquier persona a la que se nombre  Simón justificó así la ocultación de sus identidades- acaban haciendo muy difícil que puedan trabajar con la suficiente libertad. 

 

Mentiras de esta calidad merecen la impunidad, y sus autores el reconocimiento y el aplauso del respetable. Estas mentiras, convertidas enarte, no deberían merecer reproche ni tener consecuencias electorales ni morales. ¡Aplaudan al artista!      

 

 

 

 

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