Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

miércoles, 6 de mayo de 2020

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ


LA AZOTEA

SANCHEZ Y EL CAOS

6 de Mayo 2020


Ya digo, mientras el sanchismocomunismo domine el Estado y su Gobierno, España vivirá en estado de alarma permanente con o sin Declaración, aunque parece no existen grandes escrúpulos en obtenerla y mantenerla el tiempo necesario para terminar la conquista. Y no es para menos. Ya ven la tropa. Un Gobierno de incontables Ministerios – muchos de ellos dirigidos por parásitos profesionales - con denominaciones tan largas como extrañas, tan inservibles como vacías y que no esconden más que la oportunidad de ocultar una inmensa masa de burocracia partidista y trincona, de fiel servidumbre, anulando y desprestigiando los valiosos Cuerpos de funcionarios preparados y leales al Estado y la Constitución.
No vinieron a gestionar nada, ni salvar vidas como reiteran, sino para ocupar el poder a cualquier precio. Más conocidos como socialistas o por mejor decir, mal conocidos como socialistas, otrora socialdemócratas amantes de la libertad y el progreso. Ahora caminan en un regreso reaccionario y fatal a los peores tiempos del largocaballerismo marxista, revolucionario y arrasador. El socialismo democrático refundado en Bad Godesberg y Suresnes ha degenerado en vulgar sanchismo, donde figura nominalmente encabezando el Gobierno de España un tal Sánchez, al que sobraba Defensa y el título de doctor, y cuyo triste papel se limita a lanzar peroratas estilo Castro o Brezhnev y disfrutar de los privilegios del poder ocupado. Presumido, cínico, mentiroso, ególatra, figurón al que gusta el papel de Jefe de Estado, anulando y arrinconando a su Titular.
Pues Iglesias, el otro, el que manda con tan pocas como perversas palabras, se ha erigido en Líder Supremo, pilotando la estrategia hacia la destrucción del sistema de forma sistemática y eficaz. Intentando instalar, a ser posible de forma pacífica y gradual, una utopía tan antigua como perversa, tan liberticida como antidemocrática, tan empobrecedora como imposible. Son los comunistas chavistas de Podemos y sus confluencias, escoltados por los filoetarras de Bildu, y acompañados de compañeros tan reaccionarios como aquellos, independentistas vascos y catalanes y otros tontos útiles que nunca faltan en el adorno del pastelón. Pues menuda pandilla.
Ya me dirán cual objetivo está resultando prioritario a los malos ojos de esta manada; si la demolición primero de la Constitución y después del Estado o, al contrario. Este, el Estado, ya decía Lenin, es arma de represión de una clase sobre otra. Y de no parecer siquiera represivo habrá que agitarlo, desmenuzarlo y cambiarlo, empezando por su cabeza, el Rey. ¿Rey para qué? Es el jefe de la represión; procede del franquismo por línea directa y sucesoria; no ha sido elegido por la gente; ejerce el mando supremo de las FF AA, teniendo la desfachatez de vestir uniforme de Capitán General. Y, además, por si fuera poco, e intolerable, aquéllas tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, así como defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional. De manera que un momento como este de desprestigio del Rey ni lo hubo desde 1975, ni lo habrá posiblemente en el futuro. La cuenta atrás para el arrinconamiento de la Corona y su demolición después, cuestión de escaso tiempo.
Pero el Estado, semifallido, débil, inútil, glotón, obeso y en destrucción, es también el Poder Judicial. Definidor, junto a la separación de poderes, del Estado de derecho. Pero van, no solo a desmantelar el sistema de elección de los miembros del CGPJ y del TC, que parecen no dispuestos a la justicia popular, sino la desarticulación del acceso a la judicatura y el control estrecho de cuantos jueces no se dispongan a manchar la toga con el polvo del camino de la justicia progresista. Y para empezar, nada mejor que desprestigiar las Sentencias de los Tribunales, cualquiera que sea la altura de su jurisdicción y desde el mismo Gobierno; no se cortan, hacen piña chavista en el derribo de la justicia burguesa. Ya colocaron en los cimientos la cuña tóxica de la Fiscal General, vergüenza de cualquier Estado democrático europeo.   
Y las FFAA, ya ven, transformadas en enorme ONG al servicio del poder, aunque moviéndose con sigilo en gran parte del territorio nacional, ocultando uniformes, armamento, insignias, banderas e historia, para evitar irritar al supremo líder que prepara en la sombra – como todo lo que inspira y conspira -una reforma a fondo de los Ejércitos, porque ellos llegaron para quedarse y al igual que la justicia, el ejército también debe ser popular.
Claro, quedan muchas más cosas, empezando por la Constitución y desde luego la educación. Desde la escuela a las universidades. Esencial, urgente y para emplearse a fondo. Y como casi todas, llegarán; es cuestión de tiempo y dinero para untar fidelidades. Ya poseen el dominio de la TV pública, y de la otra, y la inmensa mayoría de medios de comunicación. El agitprop, constituye el mejor instrumento comunista para influir en la opinión, sea arte, cultura o simple propaganda, con las mejores e impunes trolas de Estado.
La desgracia universal del coronavirus sirve de ensayo general para vulnerar la letra y el espíritu constitucional. La suspensión de derechos, el miedo generalizado a la enfermedad y el caos económico introducen el gobierno por Decreto-Ley adornado con cuñas arbitrarias y autoritarias ajenas al objeto legislativo. Mientras, el Parlamento se convierte en Asamblea Popular de exigente unanimidad. No es posible elegir entre Sanchez y el caos porque son la misma desgracia.

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