LA AZOTEA
DESARTICULACIÓN
12 de Mayo 2019
Pues
apenas dos semanas para de nuevo celebrar la fiesta de la democracia, aunque no
estemos muy seguros de cuál. Si, ya se no debe exagerarse la situación y menos
elucubrar acerca de los fundamentos jurídicos sobre los que discurre la vida
política de la Nación. Mi deber autoimpuesto, es opinar alrededor de los
acontecimientos y, sacar de ellos alguna conclusión que nos arme de argumentos
para el momento de adoptar iniciativas, aunque sean simbólicas; nuestro papel
como mayoría silenciosa no pasa de contemplar con resignación las opciones de
la otra parte en minoría aplastante, pero decisoria. Cuando la democracia se
reduce a votar cuando toca o interesa a una parte, el escalofrío entra en el
cuerpo de la razón ilustrada y la desesperanza comienza a horadar los mejores
espíritus del sistema.
Y
ahora ¿dónde estamos? Pues esperando comenzar una nueva etapa, aunque no
sepamos de qué. Desde luego ha finalizado una brillante e irrepetible de
cuarenta años. Jubilados o fallecidos los protagonistas comienza una senda de
oscuridad sin más conductores que peligrosas, cuando no borrosas y ambiciosas sombras
de los antecesores. Por cierto, con el entierro de Rubalcaba, nada menos que con
inexplicados honores de Estado en plena campaña electoral y a lo Tierno, entre desmesurados elogios de
sus íntimos enemigos del Partido, desaparece
el ultimo, más brillante, perverso y maquiavélico cerebro socialdemócrata. Y
cuando pregunto por la etapa que comienza la izquierda gobernante, mayormente
me refiero a la moderada, porque la otra siempre anduvo en la trinchera del
totalitarismo guerracivilista, odioso y revanchista, cuando no de terrorismo
criminal.
Miren,
sin más rodeos, el desmantelamiento del régimen del 78, por así llamarlo, ha
comenzado y va a buen ritmo. Ha iniciado su andadura demoliendo el bipartidismo
feraz, instalando un multipartidismo inútil, solo pastoreado por la habilidad
oportunista del sanchismo. Continua por la congelación de la cabeza del Estado,
que ya apenas se expone a la curiosidad del gentío. El Rey, con temple
germánico y constancia borbónica, está resistiendo de forma admirable el
aislamiento al que lo tiene sometido el sanchismo y sus terminales mediáticas,
que son casi todas. Y el resto de las Instituciones, en la desidia y
aburrimiento estatal, ya inservible incluso como Estado providencia, por su
debilidad y falta de solvencia y confianza en el futuro, cuando le falla hasta la
certeza de su financiación.
El
resto, cuestión de tiempo y de bloqueo en los agradecidos ciudadanos que ya han
demostrado con su confianza en el líder que el cambio se hará por su bien, como
siempre ocurre con el gobierno de los iluminados. Es verdad la existencia de
una Constitución conteniendo límites y contrapesos para frenar la ambición de
los poderosos. Por eso habrá de ser cambiada. Y no es tan difícil. Por lo menos
van a intentarlo. No está muy sólida, pues hay extensos territorios del Reino
donde carece de vigencia, ni es conocida ni apreciada por la que con aspaviento
hortera se denomina ciudadanía. De
manera que modificarla no resultará difícil, ni resultaría extravagante su reforma.
Ya se hizo en 1992 con el artículo 13,2 y en 2011 para el artículo 135. El
artículo 167 da para muchos mas cambios, algunos esenciales. Pero ya digo ¿acaso
el artículo 168 está blindado ante las limitaciones modificativas que contiene?
Lo que no tiene límites es el socialismo extremo e irreconocible, resultante de
la fusión explosiva del zapaterismo con el populismo podemita, dando a luz ese
adefesio político denominado sanchismo, de peligro extremo incluso para la
supervivencia de la Nación como tal.
Y desde
todos los sectores parece existir coincidencia en el momento de desarticular el
sistema que parece contener un virus letal. Ya ven el éxito espectacular del
golpe de estado en Cataluña, reforzando la presencia exterior, desde la UE al
Vaticano y su descarado apoyo al golpismo; se preparan alianzas con Euskadi/Nafarroa
y con el resto de los Países catalanes; se encuentra complicidad en la estúpida
burguesía, asaltando su Cámara de Comercio y asegurando la financiación de
mañana; se lleva al peligroso Iceta al Senado; se bajan las togas los valientes
magistrados del Supremo y el Constitucional; se permite desde prisión lo mismo
ser candidato que hacer campaña; se considera acorde con una Constitución inaplicable
que el fugitivo Puigdemont sea candidato al parlamento europeo y lógicamente
que recoja el Acta sin ser molestado o se la remiten en valija diplomática.
Y
el sanchismo a lo suyo. Diseñando como será España como nación de naciones, con
un Gobierno de progreso, de frente popular, apoyado por demócratas amantes de
la paz, como Otegui o Rufián y vicepresidido por un podemita y como tal
ejemplar demócrata, progresista titulado, estalinista convencido, deseoso de
hacer retroceder la Historia a los años negros de la miseria, el miedo, la
delación y las lágrimas. Harán de España envidia de Europa y del mundo
occidental desarrollado y culto. Una vez más parece quedar claro, tras el 28 de
Abril y el resultado previsto para las próximas elecciones, que el voto no
construye verdades, sino solo poderes. En este caso no será del pueblo, sino
contra el pueblo que los votó. Pues eso.
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