Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

jueves, 3 de mayo de 2018

La Opinión de Julián Delgado


Artículo que será publicado en el Diario “Ultima Hora” de Mallorca el próximo día 5 de Mayo



BANALIZACIÓN DEL MAL

Julián Delgado. Escritor


    
          Los hechos infames acaecidos en un portal de Pamplona en los Sanfermines del 2016 deben analizarse desde distintos puntos de vista. Uno de ellos es intentar comprender cómo, después de haber agredido a una joven, abusado de ella en jauría y de haberla humillado, se van sin la menor conciencia de haber hecho algo mal: siguieron la fiesta, fueron al encierro sin un ápice de remordimiento ni temor de ser detenidos.


          No sólo son ellos, también Urdargarín creyó en todo momento que sus contratos, aprovechando su parentesco real, eran lo más normal del mundo; o las autoridades andaluzas: seguro que entendieron que en aquel reparto de millones de los Eres entre gente de su tribu, aun saltándose las leyes, no sólo no había mal intrínseco alguno, sino que, más bien, colaboraban a una justa distribución de la riqueza.


          El mal hay que buscarlo en la crisis que atraviesan los agentes de transmisión cultural, decisivos para la socialización de las personas y, por consiguiente, para la integración de los valores sociales y el respeto a las normas, al igual que para ejercer un control social informal previo al institucional.


           Las causas de la crisis en la que se encuentran inmersas la familia y la escuela son diversas y complejas, pero el resultado es que han perdido buena parte de su capacidad socializadora junto al monopolio de la transmisión de conocimientos en la sociedad de la información. Respecto a la Iglesia católica, que hace unas décadas monopolizaba la formulación de criterios morales además de imponer preceptos coincidentes en buena medida con las leyes penales, ha perdido también gran parte de su influencia debido a la fuerte corriente de secularización y de laicismo. Los medios de comunicación, pendientes de la cuenta de resultados, en buena medida se deslizan por el amarillismo, presentan modelos indeseables, fomentan la competitividad agresiva y cargan los programas de violencia. Ni la empresa ni mucho menos la política son ya referentes para la socialización del individuo. Esta última, con su mal ejemplo, produce un efecto contrario al deseable.


         
Si las familias y los agentes sociales no contribuyen a la transmisión de valores sociales integradores, habrá cada vez más Manadas.





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