La Azotea
ASALTO A LA LIBERTAD
16 de marzo 2018
Ya
sé, puede adoptarse una actitud mucho más optimista, incluso colorista de la
situación española, pero para fantasías irrealizables o utopías inalcanzables
ya se aliaron el nacionalismo modelado, el socialismo populista y el
comunismo resentido y dictatorial. La mayoría silenciosa preferimos adecuar
nuestras posibilidades a realidades y desear que la ola acanallada y arrasadora
acabe y haga llegar una de razón, reflexión y luz para iniciar el camino abandonado
tras la mofa persistente a la Constitución de 1978. Y seguir nuestro camino
cotidiano, de esperanza que no de ficción; porque en eso consiste precisamente
el conocimiento permanente, como forma colectiva de captar la naturaleza de las
cosas y su devenir, distinta de la apariencia y la opinión ocurrente y
vana.
La
verdad es que no puede llegar en momento más oportuno el último libro de Vargas
Llosa, ya glosado desde La Azotea, porque aparte su análisis muy bien
intencionado de sus siete modelos ideológicos de moderno liberalismo, nos trae
una visión incluso personal de la tribu, su fuerza atractiva, su pegajosa y
borreguil vinculación una vez dentro y las consecuencias de querer apartarse,
tras el chasco siempre asegurado de su arcaicismo, sectarismo y reaccionarismo.
Rectificación desde luego solo al alcance de quienes han llegado al estadio de
saber que la virtud es conocimiento, conocimiento del bien - idea esencial de la República de Platón- esa disciplina que debe y puede enseñarse, tanto
como puede y debe adquirirse. Es decir, los que logran apreciar que la tribu es
el camino seguro para la ruina económica, social y moral de la sociedad.
El derribo del PP resulta ya casi imparable; quizá un golpe
de fortuna pueda mantener su liderazgo y desde luego siempre que Rajoy no se sitúe
al frente nuevamente, en la etapa que se presume próxima. Ciertamente sería
posible superar el acoso de la izquierda autoritaria y la extrema totalitaria,
si C´s fuera consciente del riesgo-país que supone la operación puesta en
marcha desde los frentes ideológico, mediático, sindical e incluso de
determinados círculos financieros. La indefinición y torpeza de aquellos, a la
hora de adoptar decisiones esenciales que rectifiquen en parte las torpezas, cuando
no falta de trapío del PP para conducir la Nación con un mínimo de grandeza
exigible, está siendo interpretada por el populismo comunista y sus afluentes,
entre los que ya figura el sanchismo, como debilidad aprovechable para el golpe
definitivo en el asalto final.
Ningún sociólogo político es capaz de definir la situación
convulsa de España sino a través de los movimientos estratégicos de una clase
política tan mediocre como desnortada y radicalmente perjudicial a los
intereses nacionales. El espectáculo entre chusco y dramático de Cataluña es la
primera manifestación de un cáncer voraz cuya metástasis ya invade
instituciones, territorios y moral social de los ciudadanos que presencian el
desmoronamiento de la Constitución aplicada con la mesura del bobo infame al
que solo interesa aparentar lo que cree puede lograr sin esfuerzo ni riesgo, ni
esperanza de resolver. Al final del proceso, pudiera surgir el efecto perverso
de resultar más perjudicial el remedio que el mal que decían se trataba de
evitar. La aplicación del artículo 155, terminará por arrastrar el prestigio de
la Corona, la única Institución que ha sabido mantener la dignidad del Estado,
y el papel de la justicia cuya función es aplicar la ley, como razón
desprovista de pasión, y constituir vínculo que mantenga unida una sociedad,
pero nunca sustituir el papel que corresponde al Estado de protección de la
vida, los intereses, la propiedad y la seguridad de los ciudadanos.
Y en la calle los pensionistas exigiendo- especialidad
nacional- aumento de sus pagas, azuzados por el populismo imperante, dispuesto
a sumergirnos en una de las tres formas impuras de democracia extrema de la que
ya advertían los atenienses: la demagogia. Y mientras sin resolver, ni
esperanza, la debilidad del sistema de protección social que será imposible de
modificar para mejorar su estructura de reparto, capitalización o mixto, si no
aumenta el empleo, la productividad y la natalidad. Y la previa reforma del
Estado y la configuración territorial del poder, reduciendo su tamaño
descomunal y ruinoso, el volumen de sus administraciones cada vez más
ineficaces, que solapan competencias sobre el mismo territorio con una clase
política ociosa, trincona y tan numerosa como privilegiada. Y para qué
referirse a un Código Penal de pega diluido en una legislación penitenciaria de
pena, que condensa el buenismo estúpido e insoportable de la horda canalla en
solicitud de cerrar cárceles para abrir escuelas. El espectáculo cuando menos
circense del Congreso de los Diputados acogiendo intervenciones cuando menos demoledoramente
zafias, miserables y ruines, produce escalofríos. Y los Presupuestos de 2018,
sin aprobar, objeto de desdichados trapicheos bajo cuerda con los peligrosos
nacionalistas, hijos de Arana, del nazi Arana, ya dispuestos a llevar a Europa
su chascarrillo insoportable de la bilateralidad y la cosoberanía. Y la marea
de inmigrantes indocumentados que asaltan las fronteras de Ceuta o Melilla, sin
resolver, con aquello de “bienvenidos” o “papeles para todos”. O el
narcotráfico, constituyendo al sur de España, otro estado dentro del Estado,
una vez le perdieron el respeto y el temor debidos. Y encima, el TEDH de Estrasburgo
y su Corte, enmendando y ridiculizando al riguroso TS de España y al TC y
convirtiéndose en última instancia de malhechores que denigran la imagen de la
Nación española y sus Instituciones, en nombre de la libertad de expresión, no
apreciada por aquéllos.
Pues como si nada, que PP y C´s continúen con su rivalidad
infantiloide e inútil, mientras el bloque antisistema, cada vez más sólido que
forman entre bastidores, nacionalistas otrora moderados, el nefasto Sánchez - hará recordar como estadista al
infame y traidor ZP- y el comunista roñoso, cavernario y bolivariano Iglesias. Este,
bien conoce que la tiranía es corrupción de la democracia; de ahí su lucha sin
cuartel por destruirla. No lo duden, ha comenzado, aunque sea con pocos votos que no
necesita, su asalto a la libertad. Ojalá no lo consiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario