Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

domingo, 21 de enero de 2018

LA OPINIÓN de Javier Pipó

LA AZOTEA 


VÍSPERAS DE NADA
21 de Enero 2018


        Fíjense en los datos económicos e imaginen si esta Nación hubiese logrado superar sus fantasmas histéricos y a veces históricos. Sería el paraíso, y ahora seguramente lo sigue siendo pero desgraciadamente siempre caminando en el filo de la navaja, sin saber si a partir del momento, continúa la marcha galopando hacia el futuro o en paréntesis regresivo alejada de la luz del progreso y la razón. Y creo no tiene solución porque resulta como las señas identitarias de España, es decir de los españoles; como si constituyese su destino desconocido y siempre por llegar de forma sorpresiva e improvisada, cuando no a golpe de fortuna que definiría Maquiavelo.

        Ya ven, las cuentas de Rajoy le podrían llevar de nuevo a la presidencia del consejo de administración de esta cada vez más gigantesca y compleja empresa, porque además ninguno de los consejeros, ni siquiera los consejeros delegados como Rivera, son capaces de aunar confianza, seguridad, previsibilidad y certeza. Hombre apoyo popular sí, porque la situación requiere dejarse de remilgos y agarrar el cazo por el rabo, aunque luego resulte abrasador para cualquiera con sensibilidad  adiestrada. De manera que desde la Azotea cada vez me resulta un panorama más nebuloso y a veces, casi siniestro.

        Y no es por criticar, pero sí por opinar, si no resulta chusco o descorazonador o temible, que precisamente ahora con el patio más revuelto que nunca, con el jefe de los golpistas huido – en burla aun no explicada a los servicios de Inteligencia estatales- con una legislación casi favorable a la impunidad de los sediciosos – a pesar de haber sufrido otra intentona, por cierto, duramente reprimida, como debe ser en un Estado de Derecho- los dos únicos Partidos de cierta enjundia que dicen defender claramente el Orden Constitucional, se encuentren enfrentados a cara de perro y a costa de una cada vez más desorientada mayoría silenciosa. Solo puede pasar en España porque sin ir más lejos ahí tienen a los alemanes socialdemócratas buscando nuevamente el encaje con socioliberales o democristianos, intentando hacer una Nación fuerte que pueda liderar lo que queda del viejo proyecto europeo.

        Y todo ello en la víspera de la continuación del singular golpe de Estado que, como en la guerra de Gila, se tomó el descanso navideño para volver a empezar como si nada, por si ahora cuela. Y menos mal que tras sesudos dictámenes de los más depurados juristas, a la sombra pequeña de Soraya, han determinado la imposibilidad de gobernar desde Bruselas. Claro, argumentan, una cosa es la soberanía compartida de los Tratados y otra, con demasiado morro, querer instalarse entre los holgazanes cazapanes de la burocracia comunitaria y desde allí pretender ejercer la soberanía. Pues lo mismo vuelve y no lo reconocen, disfrazado como Carrillo pero con barba de sanjosé porque la peluca ya le encaja. Y si vuelve, no lo cazan y toma posesión, lo mismo como gesto de buena voluntad hacen que el Rey firme su Decreto de nombramiento en el BOE. O no y continúan aplicando ese prodigio de eficacia y oportunidad que es el artículo 155 de la Constitución. Capaces son y nosotros de soportarlo. Porque miren, se muestran orgullos de su resultado y la disposición a su nueva aplicación para ir tirando por si alguien es capaz de reventarlo por alguna de las múltiples costuras mal cosidas y peor conservadas que nuestro ordenamiento jurídico presenta.

        Y mientras, pues ya ven, el leninista Iglesias que sin pudor es capaz de defender el comunismo liberticida y genocida, haciendo campaña para modificar hacia su hundimiento el sistema de pensiones; o su agente Sánchez en lo mismo, pero exigiendo que sea la Banca quien rescate el sistema, en ejercicio no solo irresponsable sino traidor a una tradición democrática y de progreso, sea en este tema como en cualquiera de los que toca con su verborrea insoportable y arrasadora. De manera que  resultará casi imposible ponerlos de acuerdo con aquéllos que con cabeza de Estado y sabiduría acreditada, serían capaces de arreglar un Sistema que hace aguas desde años atrás y puede estallar en mil pedazos. Se requiere reforma urgente al tratarse de estructura tan útil como eficaz pero con 55 años de antigüedad, chapuceada con mil parches de estatismo tan letal como ineficiente.  

        Y todavía peor. ¿Cómo se arreglará la estructura del Estado, vía reforma de la Constitución y su derivada del sistema de financiación que es una forma de distribución del Poder? Y ello sin que proceda ahora penetrar en ese desastre nacional que ha sido la cesión de la educación o de la sanidad, haciendo una España más desigual, más injusta y precisamente menos solidaria. ¿Alguien sería capaz de explicar con alguna convicción cómo es posible no se enseñe desde la Escuela a la Universidad la Constitución vigente, su espíritu y sus valores? Aunque ya dijo Tocqueville que nada es más duro que el aprendizaje de la libertad, debe también aprenderse lo poco duradera que resulta si no se defiende cada día y desde todas las posiciones. Creo más bien estamos en vísperas de nada y solos, con nuestra Historia y la que viene. Pues eso.


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