Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

miércoles, 13 de enero de 2016

LA OPINIÓN DE Julián Delgado


ARTÍCULO QUE SERÁ PUBLICADO EN “ÚLTIMA HORA” DE PALMA EL PRÓXIMO DÍA 16



La Negación de Pedro                
Julián Delgado. Escritor


El mensaje enviado por los electores el 20D no fue, como clama Sánchez, que gobierne la izquierda, sino que no se gobierne como hasta ahora,  que se haga a través de consensos entre partidos; que la izquierda y la derecha se pongan de acuerdo para establecer las políticas de estado y las grandes reformas que necesita el país, de manera que no deshagan unos, cuando acceden al poder, lo que crearon los otros; que los partidos se dediquen a resolver problemas y dejen de ser ellos mismos un problema para la ciudadanía. 

Pero a cualquiera que se pregunte si es posible que, en esta situación en que está viviendo España, en un difícil equilibrio sobre el filo de la navaja, el PSOE pueda llegar a un pacto con la derecha, responderá con un NO rotundo. ¿Por qué? Porque en la izquierda española se ha instalado como si fuera una verdad indiscutible, lo que es únicamente su organización subjetiva de la realidad: la izquierda encarna la bondad y la derecha, la perversidad. Viene de lejos, pero en especial desde el 11-M, en que atribuyó a la derecha la responsabilidad de la masacre, utilizó el dolor de las víctimas y asaltó las sedes del PP. En pleno proceso de malversación ideológica, huye de debates sobre las discrepancias legítimas, los sustituye con su fabulosa capacidad de odio y afán revanchista repudiando a la derecha, imponiendo su pensamiento único, aislándola, despreciándola, negándole legitimidad democrática y haciendo de ello patrón de comportamiento. 

Para poder odiar sin necesidad de tener que despreciarse por ello, se monta la paranoia de que la derechona incivil y facha heredera del franquismo hace sufrir a la gente. Pero pese a todo, la derecha permanece, está ahí siempre apoyada por millones de españoles, lo que produce sorpresa y pesar a sus enemigos. No encuentran otra explicación que no sea el engaño al que la derecha los somete, mostrando así un profundo desprecio por esa mitad de españoles a los que considera ignorantes o idiotizados.

El NO de Sánchez no tiene que ver con la rivalidad política, sino con el odio histórico que la izquierda profesa a la derecha, esa pasión incontrolada perturbadora del alma que ahoga toda posibilidad de una mirada objetiva sobre el odiado. 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario