Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

lunes, 16 de marzo de 2015

La Opinión de Javier Pipó

LA ESPERA (y 2)
 
, ya se que la espera hasta las elecciones andaluza es tensa porque muchos son los intereses en juego y produce estupor que sean las propias victimas las que elijan a sus verdugos. Pero así funciona el sistema y en modo alguno la mayoría pretendemos pueda ni tan siquiera ponerse en riesgo. Pero al menos tendremos derecho a un insonoro pataleo porque si el deseo es la continuidad del sistema es por la fe firme en su posibilidad de regeneración, desde la base a la cúspide y no destruirlo o desnaturalizarlo en un proceso revolucionario sin más horizonte que la dictadura del pensamiento único, la pobreza igualitaria y la libertad al servicio de una utopía solo contemplada por los iluminados de la vanguardia.

, ya se que la percepción de la realidad depende de la posición que se tenga en el escenario donde se desenvuelven los hechos. Y los hechos son tozudos hasta la exasperación, si no ya me dirán como esta sociedad ha podido llegar a grado tal de desestructuración que tras más de treinta años de desgobierno, golfería institucionalizada y corrupción establecida, el mapa electoral mantenga insignificantemente modificados los parámetros de apoyo a la oligarquía política que se sucede así misma, una generación tras otra. Claro, porque aquí existe una firme alianza no escrita pero renovada, entre la derecha del poder establecido desde la desamortización, girando alrededor de la tierra subvencionada y sus industrias de transformación, con el socialismo trincón de los presupuestos públicos allá donde se ubiquen, sea Madrid o Bruselas, porque en eso se han globalizado. Y ese poder establecido ampara los deseos de una parte de la reciente clase media, de la alta y escasa burguesía financiera y un sector de la aristocracia que jamás atisbó en el trabajo método razonable de supervivencia.

, ya se que el pueblo llano se muestra feliz con una televisión pública, “la nuestra”, que desfigurando la cultura, la ciencia y la inteligencia, sirve el saber universal en potitos de información adaptados a las exigencias del poder; con una educación que mantendrá sumidos en la ignorancia global a cuantas generaciones pretendan dar el salto en su autonomía personal fuera del alcance de los que dictan los códigos sociales de conducta; con una Administración autónoma tan gigantesca e insostenible como fisgona y dominadora hasta los alvéolos del sistema, pero preocupada por facilitar al ser posible gratis, el bienestar, el sustento y la dependencia de una proporción cada vez más preocupante de población. Así se logran segmentos sociales amplios sin más horizonte que el resentimiento generalizado, es decir, odio, envidia, hostilidad e impotencia, dispuestos a su conversión en grupos revolucionarios al servicio de cualquier dios. Por ahora, el del Estado-providencia. 

, ya se que toda esta alocada autonomía no tiene capacidad de autofinanciarse y vive pendiente de dar el sablazo de turno al Tesoro de España o al de la UE. En eso no se si Grecia es España pero sí Andalucía. Y no crean lo hacen desde un poder humilde en sus pretensiones hacia quienes le asisten, siendo honrado en la utilización de lo que recibe y presto a explicar los resultados, como el siervo malo y negligente en la parábola de los talentos. Para nada. Aún a sabiendas de sus limitaciones en todo menos en desvergüenza. Es un poder encarado de forma permanente con quienes le pagan el festín y como en la parábola, “segando donde no siembra y recogiendo donde no esparce”.

, ya se que Susana es material sensible para la clase política y en ella han puesto sus complacencias hasta Felipe González, ese príncipe de la internacional socialdemócrata que pasea entre los ricos del mundo su pedigrí de ave excelsa. Claro, desde su altura inalcanzable observa con desdén el oscuro devenir de un socialismo entre las cloacas y los cuchillos vengadores de puertohurraco. Un socialismo desnortado al perder la brújula de la democracia y la libertad y escuchar cantos de sirena de los liberticidas del chándal y el dios estado. Y naturalmente prefiere aunque sea a Susana. Y yo.

, ya se que el pacto entre socialdemócratas y liberalconservadores no es posible ni en Andalucía ni en España. ¿Acaso no es necesario para impulsar una lucha decidida y casi definitiva contra la corrupción que está impidiendo consolidar cualquier avance económico y mejorar la moral social y la esperanza de una democracia avanzada? La decencia colectiva; los principios y valores de una sociedad organizada no se reconquistan desde la confrontación, el temor a la pérdida del modelo social y la amenaza de una radicalización antisistema. Y ya me dirán el reto de una UE amenazada por el comunismo totalitario de Syriza o el salvajismo del islamismo yihadista. 

No temo la permanencia del socialismo en Andalucía, siempre que mantenga el respeto constitucional y en consecuencia la preservación de la libertad. Me preocupa una gobernación inconsistente de una señora vociferante, escasa de conocimientos y sobrada de ambición personal. Produce temor que su discurso vocinglero invocando el “daño horrible infringido por la derecha en tres años a Andalucía” cuando su Partido ha gobernado 21 años en España y 32 en Andalucía, con su participación activa los últimos veinte. La mentira no puede seguir siendo instrumento de acción política. Pero me alegra saber su decisión de no pactar con Podemos, de igual manera que puede apenarme su desprecio hacia los populares. Si ahora contempla la posibilidad de pactar con Ciudadanos es porque los ve próximos, muy débiles e inexpertos, sin cuadros, ni estructura, por lo que calcula el tiempo que puede tardar en engullirlos.


Ojalá el futuro de España no se geste o condicione el domingo, aquí en Andalucía. Aún quedan las municipales, las de trece Comunidades, las de Cataluña y las Generales. Menudo calendario y menudo panorama como el espíritu santo no derrame su luz sobre el noble pueblo español. Pues eso.   

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