Tribuna abierta de opinión

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miércoles, 20 de agosto de 2014

LA OPINIÓN DE AMANDO DE MIGUEL








La polémica sobre la Mezquita de Córdoba (que así la llamamos, aunque formalmente sea una catedral) resulta politizada, provinciana y estéril. Claro que es una catedral desde hace cerca de mil años. Como lo fue antes mezquita, y antes iglesia visigótica y antes templo romano y antes templo ibérico. Puede que primitivamente fuera un dolmen. Esa es la accidentada historia de muchas catedrales españolas. La diferencia es que en Córdoba se ha conservado muy bien la bellísima traza de la mezquita, en lugar de su destrucción, como ha ocurrido en otros lugares de España. En Estambul pasó al revés, que la Gran Mezquita respetó la traza de la previa Iglesia de Santa Sofía. Ni los cristianos deben reivindicar Santa Sofía ni los musulmanes la Mezquita de Córdoba. Respetemos la Historia, con sus destrucciones, añadidos y reconstrucciones. La sensibilidad de nuestra época es la de conservar el legado histórico, el que ha permanecido después de tantos avatares. La idea de que una catedral española pase a ser propiedad del Estado es sencillamente prepóstera, es decir, fuera de lugar y de tiempo. Sería tan estúpido como reconvertir los hermosos cruceros de muchos caminos de España en altares paganos, como lo fueron en su día para los antiguos romanos.  

Amando de Miguel.

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