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jueves, 21 de agosto de 2014

Otras Opiniones. ÚLTIMA HORA. Baleares

Artículo que será publicado el próximo domingo por el Diario ÚLTIMA HORA, de Baleares


LAS CERILLAS DE JUNQUERAS
José Pipó Jaldo
Economista


El pasado domingo, en un extenso artículo de Oriol Junqueras publicado en El Punt Avui, se colaron algunas expresiones con una agresividad y  contundencia que desvelan la irritación y el miedo que acorralan a este coloso del independentismo.
No es para menos. Su partido, de objetivo único, no lo olvidemos, nunca ha estado desde su fundación en 1.931, tan cerca de conseguirlo.
Hay que reconocer su habilidad para obtener durante tantos años, el ingenuo apoyo de ese nacionalismo corrupto y de "botigueta " que finalmente quedará excluido de la gloria de haber alcanzado la independencia.
En su escrito, se comprende que no es el momento de permitirse ninguna debilidad porque sería un error histórico imperdonable.
Creo sinceramente que la facilidad con la que ha conseguido su éxito, le turba el sentido de la realidad. O quizá, no sea así aunque lo parezca. Puede que convencido del final de su lucha, aspire, con la seguridad de que no va a ser el tercer mártir de su partido, alcanzar un puesto en la historia como el héroe, el coloso que llevó la lucha hasta el final, aplastado como hace trescientos años, por el sexto Borbón de igual gentilicio.
Llegados a este punto, conviene plantearse las consecuencias más evidentes de tan indómita y desafiante apuesta. Obtener la independencia, mejor dicho querer imponerla contra toda razón jurídica, económica, cultural o histórica, no es ni mucho menos, una operación de cirugía fina ni siquiera de láser y mucho menos si vienen precedidas de una actuación firme y prolongada sobre la enseñanza, los medios de comunicación social o una perversa acción política excluyente de cualquiera que no se sienta, piense o actúe como un nacionalista.
En estos casos, la independencia no es una simple separación más o menos dolorosa, constituye un desgarro de las fibras que soportan la cohesión de ambas sociedades, trabajosamente solidificadas en el tiempo y los desgarros además de dolor pueden llegar a producir odio.
Siempre se ha dicho que la política es el arte de lo posible y no parece muy oportuno, producir otro desgarro con la salida automática de Europa a la que ahora pertenece y a la que unen inestimables vínculos.
Claro que ninguno de estos argumentos, ni su partido ni Ud se han atrevido a exponerlos a sus incondicionales votantes. Antes al contrario, los han denostado con un aire de suficiencia y displicente cinismo.
Falta una hipótesis nada deseable pero tampoco improbable. ¿ imagina Sr. Junqueras lo que
ocurriría, si se declarase un contundente boicot sobre los productos catalanes?, porque esta vez no sería una reacción tan suave como la provocada por las ocurrencias del inefable Carod Rovira.
Hoy existe un caldo de cultivo de alto nivel en las redes sociales y por la cuantía de los indignados por tantos años de permanente chantaje de los nacionalistas.
Si sucediera ese desastre, se convertiría  ud en un coloso con pies de barro. No dude que la sociedad catalana a la que no representa en su conjunto le impedirá seguir con una aventura que tiene más sabor de venganza histórica, por superar la auténtica derrota de 1.714 que de afán por resolver los problemas de nuestros días que aquejan  a Cataluña, España y Europa.
Sr. Junqueras, por favor, no siga tirando cerillas encendidas.

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