Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

miércoles, 21 de marzo de 2012

LA AZOTEA

21 de Marzo de 2012


Las noticias diarias sobre la corrupción en la vida pública española suponen una pesada losa sobre la democracia que la lleva a la asfixia. No hay democracia que conviva con la corrupción, porque supone  la degradación de las instituciones, la inseguridad jurídica y la anulación del poder del Estado.

A la corrupción solo se le combate con la rigidez, exigencia y aplicación de un sistema jurídico implacable con la conducta corrupta. Además requiere sistemas de control independientes de los controlados, muy profesionalizados, bien remunerados y controlados entre sí. La corrupción habita sobre todo y fundamentalmente en el interior y en los territorios limítrofes de las Administraciones Públicas, incluida la Administración de Justicia. 

Hay establecidos sistemas de control,  pero hace tiempo que fueron neutralizados. Por ejemplo, el ejercido por la Intervención General del Estado, la de las Comunidades Autónomas o por el que fue prestigioso cuerpo nacional de Intervención de la Administración local. También el control externo del Tribunal de Cuentas y los múltiples de las Comunidades Autónomas. Por que no funcionan? Que hay de la Fiscalia anticorrupción?. Para cuando una policía especializada y dedicada exclusivamente a la lucha contra la corrupción? Que pasa con la Inspección General de Servicios del Estado? Y la Inspección General de Servicios de la Junta de Andalucia? Que tragedia. 

Pues independientemente de la pobreza que nos atenaza la corrupción es el mas importante problema, porque ésta nos conduce a aquélla. Pero que nadie se engañe. La corrupción no es de ahora. Lleva más de veinte años pegada a nuestra piel y solo se escucha que su vigencia es episódica y nada generalizada. Pues nada, España no es Grecia pero cada vez se le parece más.


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