Artículo que será publicado por el Diario ULTIMA HORA de Mallorca, el próximo sábado día 21
EL REPLIEGUE DE OCCIDENTE
Julián Delgado. Escritor
Seguridad,
reconstrucción y gobernabilidad, este era el eje de la misión de la OTAN en
Afganistán. Pero en los veinte años que ha durado la misión no se ha conseguido
ninguno de esos objetivos. El hundimiento del régimen constituye un rotundo
fracaso de Occidente.
Biden,
que ha seguido la política de Obama y Trump, no ha estado dispuesto a cargar
con el precio humano, económico y político de enviar otra generación a una
guerra interminable que no se puede ganar. Lo que da paso a la doctrina de no imponer
por las armas los derechos humanos ni sacrificar las vidas de nuestros soldados
para intervenir indefinidamente en conflictos internos de otros países.
Los últimos estudios globales realizados por la
Encuesta Mundial de Valores sobre la solidez de la democracia arrojan datos muy
preocupantes. En un estudio del Pew Research Center en
34 países, más de la mitad de los
ciudadanos encuestados en todo el mundo no están satisfechos con el
funcionamiento de la democracia en su país.
Ambos muestran una creciente corriente de opinión sobre sus carencias e
ineficacia. Se coincide en que las democracias atraviesan una triste
decadencia.
Igual que en los años
treinta del pasado siglo, en que las democracias estaban en retirada ante la pujanza
del fascismo y el comunismo, hoy son el islamismo radical y el comunismo y las
autocracias, de nuevo, los que las arrinconan e imponen su visión fanática del
mundo. En Centro y Sudamérica florecen los regímenes de corte neocomunista;
Turquía, integrante de la OTAN, es un régimen autoritario y celebra el triunfo
talibán, la comunista China compite como potencia mundial con los EEUU; la
Rusia de Putín, modelo supremo de autocracia, cuenta con el 80% de apoyo
popular y los líderes de la extrema derecha europea, le tienen como modelo a
seguir; los partidos comunistas, en algunas democracias, reaparecen, hasta
llegan a formar parte de gobiernos democráticos, como en España.
El objetivo de ambas politicas internacional y nacional son el mismo: la destruccion de nuestro mundo.
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