Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

jueves, 18 de junio de 2020

La Opinión de Javier Pipó


LA AZOTEA

AL FILO DEL VERANO

18 de Junio 2020



Pues en verdad no supone esfuerzo adicional alguno a cualquier observador de la realidad nacional, apreciar conforme han pasado los meses el asentamiento arrasador del sanchismocomunismo. Y ello, a pesar de la existencia de muchos de aquellos vigías de buena fe, aun confiados en el giro constitucionalista y por ende democrático de un Presidente, poseedor del más amplio catálogo de sicopatías acumuladas. No duden, la coalición de Gobierno es fuerte y de ayuda mutua, con pretensiones de continuidad hasta culminar, en lo que se pueda, el cambio de sistema pretendido.

La presión de la UE para que este peligroso batallón de activistas realice una política económica conforme a los postulados democráticos, de los que con generosidad van a aportar una oleada de recursos monetarios y financieros impresionante, será anulada, disminuida o engañada mediante los juegos malabares de un Gobierno trilero, lícito pero ilegítimo, cáncer preocupante en una Europa de valores y principios diferentes, aunque se encuentre quizá en sus horas más bajas desde el Tratado de Roma. Quizá por ello, no interese la presencia de la moderada Calviño en el Eurogrupo y se haya dado poca relevancia a la gran Cumbre Empresarial, donde por vez primera alzan su voz con cierta timidez, los grandes patronos de la economía de empresa, el empleo, la riqueza y el bienestar, ante el temor de una hecatombe económica de magnitudes históricas y desconocidas.

Pero ya ven como preparan la imprescindible reconstrucción nacional. Una Comisión parlamentaria presidida por acreditado inútil de Estado y vicepresidida por comunista contrario a la democracia parlamentaria y representativa. Un nuevo ejemplo ante Europa de ineficacia y provocación institucional, a la espera del maná que de allí caerá por temor a un crak cuyo cráter socavaría quizá de forma contundente los cimientos de la Unión. Mientras, una Administración desbordada, dirigida por ilustres tuercebotas, intenta pilotar los efectos sociales y económicos tremebundos, de una pandemia asesina y devoradora de sueños gestados tres generaciones atrás, que quedarán esperando otro momento más propicio de esa historia de progreso y libertad que nunca llega.

Ahí queda la Administración Sanitaria, liderada por el pobrIlla que nunca pudo imaginar trasiego de tal envergadura, sin medios humanos, materiales ni científicos, y, trampeando o congelando los datos hasta de los fallecidos; pero eso sí, ajeno al caos que tantos aprovechan para meter la perenne cuchara de la corrupción. Y desde luego dejando al descubierto con más claridad que nunca el disparate de unas transferencias, innecesarias en esta materia, que hicieron perder en la oscuridad de la lejanía esa fantasía para estudiosos, en su momento denominada Servicio Nacional de Salud.

O la Administración de la Seguridad Social que, junto con la Tributaria, eran hasta el sanchismo, 
las dos joyas de la Corona por su eficiencia, solvencia, independencia y rigor técnico. Pues le añaden la gestión del IMV – aprobado por RDL número 20 del sanchismo, al no conocer forma más autoritaria de Gobierno - al que declaran prestación no contributiva a cargo del INSS, Entidad Gestora de la SS desde la gran reforma de 1978. Lo que faltaba para el caos organizativo y la ruina financiera del sistema. Y es que, desde diciembre de 1990, la Seguridad Social comienza a recibir la gestión de actuaciones de política social que no puede realizar el Estado siendo el competente, al carecer de estructura burocrática periférica, absorbida por la insostenible de las Comunidades Autónomas.  Junto pues con la Tributaria, es el único esqueleto de Estado que queda, hasta su desmembración total, pasando por la transferencia de estos esenciales restos.

Al filo pues del verano meteorológico, achicharrante en la Córdoba eterna, comienza a barruntarse en la Azotea un sofoco insoportable. Una marea tórrida proveniente de esa mayoría silenciosa agobiada por la mascarilla de la supervivencia y azotada por el bochorno de una actualidad nacional que protagoniza esa amplísima parte de la clase política, poco escrupulosa y carente de ética y moral social. Ahí tienen la sorprendente Arrimadas acurrucada junto al sanchismo y mientras le canta una nana al centro derecha que abandona sin causa, se presta como azafata de un vuelo sin retorno, liquidando los restos de un Partido que nunca encontró alojamiento, ni supo distinguir entre liberalismo y socialdemocracia. Tony Blair hablaba de la izquierda del centro y como no están los tiempos para un centro radical con Giddens, seguramente C´s busca desconsoladamente convertirse en centro de la izquierda.

Pero no crean, porque el armazón de la reconstrucción nacional en la nueva anormalidad, lo constituye la Ley de Educación de la ilustre Celaá, empleada diligente del sanchismocomunismo. Y como pórtico de este verano que llega materializa la teoría gramsciana de la hegemonía. No solo convirtiendo el educador en intelectual orgánico como ella, sino configurando la educación como función inherente al Estado, como parte de la superestructura. Haciendo que la educación, que es acto ético, cumpla una pura función política. En el proyecto de Ley de Educación se despliega un Gramsci puro. Al fin y al cabo, los hijos pertenecen al Estado. Y de seguir este recorrido macabro y malaventurado, terminaremos perteneciendo todos.    
           

No hay comentarios:

Publicar un comentario