Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

domingo, 27 de enero de 2019

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ


La AZOTEA

EN EL FRÍO INVIERNO
27 de Enero 2019



Ciertamente la actualidad se encuentra muy enriquecida por acontecimientos y hechos que sin duda facilitan el trabajo tanto del opinador diario como del tertuliano sabelotodo; aunque en demasiadas ocasiones entretengan tanto como desfiguren la realidad nacional. Desde el golpe de Estado ya cronificado en Cataluña, con tendencia a empeorar hasta el estallido, mientras triunfa la impunidad de Jordi Pujol, o la presidencia de Puigdemont en el exilio que logra un imparable desprestigio de la democracia española, a la lucha interna feroz entre podemitas que no suele tener incidencia en el nuevo avance del comunismo internacional más gransciano que nunca. Y desde luego el desconcierto europeo, en declive, ante el avance de totalitarismos como el medieval y teocrático del islamismo, más peligroso y expansivo que ninguno. Aunque quizá el nuevo eje francoaleman alumbre cierta esperanza.    

 Pero quizá resulte inevitable hacer mención, aunque sea breve, a la que parece irremediable caída – obligada desde luego- del bufón Maduro, sostenido por la mafia militar y las redes internacionales del narco, nadando con soltura y descaro entre los restos miserables de un Estado otrora tan floreciente como rico y hoy fallido, al caer en manos de perroflautas; instrumento de aquellos que, entre cantos de la internacional, intentaron convencer al pueblo de la necesidad de una dictadura del proletariado. Y ahí la tienen, cambiando capital por hambre, la tortura por libertad y el éxodo de los que pueden por la patria hermosa de una naturaleza privilegiada y exultante.

Y los amigos podemitas de aquí, intentando hacer olvidar la otrora defensa cerrada de una dictadura iniciada con el espadón del chavismo, del que recibieron halagos y dinero, para convertirse en miserables propagandistas en la Europa democrática del declive, de las fechorías bolivarianas. Como el sobrevalorado Echenique, el de las tres comidas al día, dándole un ataque socialdemócrata y mostrándose como el eslabón que siempre fue del sanchismo aniquilador y liberticida.

Y el okupa monclovita, pues de paseante por los caminos nevados de Davos, con temor a pronunciarse sobre la conveniencia de condenar al tirano, sin permiso explícito de su amo Iglesias, por si acaso le niega respaldo a sus dichosos Presupuestos. Y claro, la paga como siempre el desubicado Borrel, que, venido a menos, lo mismo le escupe un abrazafarolas independentista que le llama insolente el inmaduro venezolano.

Pero no crean, nuestro inquieto Presidente, entre viaje y viaje, aun saca tiempo para desplumar al Estado, dejándole sin apenas presencia competencial y de instituciones en los territorios encanallados de Cataluña y Vascongadas. Y lo hace con el mayor descaro, llamando diálogo a lo que no pasa de sucesivos actos impunes, tan bellacos como insoportables. Claro, apura como Maduro, los resquicios de una hermosa Constitución que no pudo prever ser interpretada y vaciada por vulgares traidores de tres al cuarto. De manera, que lo mismo se dispone a entregar armas de guerra a los Mossos, para que establezcan su propio ejército disuasorio que la caja única del Sistema de Seguridad Social a los acémilas y rufianes peneuvistas, junto a las cárceles con asesinos terroristas dentro, por si logran la reinserción, dialogando sin cesar con los vascones, mientras pasean por sus bucólicos parajes. Competencias como la Seguridad Social o las armas largas, que ningún otro mandatario democrático se atrevió ni a plantear. Pero el sanchismo es como una nueva era de miseria moral en un mundo global que intenta recuperar valores y principios para evitar ser aplastados por las hordas arrolladoras del islamismo. Pero él vive en lo suyo, en el poder por el poder como fin, ajeno a cualquier catalogación ideológica, que no pasa de coartada sorpresiva y aparente ante un gentío apasionado por la indecencia y el espectáculo decadente.

Y nuestro Juanma Moreno, pues convertido en el Presidente Juan Manuel Moreno Bonilla. De una Comunidad grande como cualquier nación media europea, rica como pocas, hermosa como muchas, con tantos habitantes como varios de los Estados de la Unión y con el Presupuesto más alto de las Comunidades españolas. Y con problemas conocidos y desconocidos – quizá más importantes - de una tupida red de corrupción que impide el desarrollo social, económico, educativo, científico y de progreso. Necesita pues pulso y decisión, ánimo y coraje porque tiene enfrente al Gobierno de España y dentro a sus propios colegas de gabinete, como la podemizada Consejera de Igualdad cuya disculpa fue casi peor que los insultos. Y Susana, que ahora apretará en el Parlamento y en la calle, una oposición feroz y absolutamente irresponsable. Y la quinta columna dentro de una Administración gigantesca, conducida por paniaguados, mayormente analfabetos funcionales. Y la extrema izquierda comunista y totalitaria que intentará reventar la gobernanza al considerarla ilegítima. Y los medios de comunicación. Y las Universidades. Y un gentío acostumbrado a la conducción ciega pero segura de iluminados. Siento mucho frio en mi Azotea. Es el crudo invierno.   

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