La Azotea
DOS
CARAS DE LA MONEDA
Financiando La Corrupción
14
de Diciembre 2017
Pues la
vida nacional sigue paralizada con el golpe de Estado catalán. Bueno, no toda
porque en el Congreso de los Diputados quedará aprobado por unanimidad que los
animales no son objetos sino seres vivos. Pues menos mal porque eso seguramente
resolverá el futuro de los esparcidos por los distintos territorios de la
España autonómica; si antes permanecían desconocedores de su suerte en el
supuesto de movimientos secesionistas, ahora obtienen certeza en carta de
naturaleza inherente a los derechos similares a la ciudadanía. Eso queda
resuelto, menos mal; pero seguimos entre otras minucias sin Presupuestos
Generales, como si el dinero no fuera el nervio del Estado, como decía Bodino.
O como si el Estado no dependiera del Fisco y el Presupuesto no fuera su
esqueleto despojado de todas las ideologías, que sostenía Schumpeter.
Pero miren, aquí se sigue discutiendo
neciamente si antes de la Constitución debe ser reformado el sistema de
financiación de las Autonomías o viceversa. Y uno ingenuamente se pregunta si a
estas alturas, alguien es capaz de desconocer de qué forma la financiación
condiciona la actuación de los poderes del Estado. Y más, si es posible la
autonomía política sin la existencia de autonomía financiera. O al menos qué
tipo de autonomía política permite el sistema de financiación de la autonomía,
cómo se recauda y por quién y cómo se distribuye lo recaudado.
No crean, ni es juego de palabras ni por
ahora tiene solución alguna. Nadie se atreve a poner al descubierto el gran
fracaso del Estado autonómico porque desde el inicio fracasó el modelo de
financiación o las diversas modalidades de este. Al menos, con los cambios
realizados desde la mutua comprensión, ha servido durante treinta y nueve años
- no son pocos- hasta la llegada del caos y ahora del colapso explosivo. Y el
tema catalán es, como el andaluz, junto a otros varios factores y diferencias,
ejemplo claro de lo expresado. Y ya ven como los nacionalismos, iguales en su
sustancia y hermanados en sus objetivos letales, proponen que Cataluña adquiera
los privilegios forales vascos y cómo estos, van más allá y proponen que su
modelo insolidario, injusto y antiguo – constitucional quizá sí – se expanda
como solución ejemplar y definitiva.
Pues nosotros a lo nuestro, aunque no
sepamos con certeza en qué pueda consistir. Pero miren, acaba de comenzar en
Sevilla el gran juicio contra el Estado de corrupción, contra la Andalucia
subsidiada, contra el socialperonismo que gobierna con soberbia esta bendita
tierra hace tantos años como de franquismo hubo. De manera que uno sucede a
otro en continuidad maldita de dependencia paralizante, libertad vigilada e
impunidad creativa. Pero no crean, los ERE seguramente no pasaran de titulares
vistosos, como ha ocurrido con la desvergüenza de la “formación” de mucho mayor
calado; porque la corrupción ha inundado los alveolos de la sociedad, ya
acostumbrada a un intervencionismo abrumador, queriendo desconocer que es este
el que siempre instala en la política y en la sociedad la corrupción misma.
De forma que la corrupción andaluza, que
no comienza con los ERE sino en la primera década de autonomía- ni tampoco ha
terminado- es la otra cara, como el golpismo catalán, de la misma moneda falsa
de un autonomismo adulterado por una clase política ambiciosa y trincona,
amparada por un ordenamiento jurídico de tres al cuarto que ni siquiera se
cumple en la parte que podría servir de muro a tanto desmadre. Observen cómo es posible que
Andalucía, la más poblada de las Autonomías, seguida de Cataluña; con el mayor
PIB de España, seguida de Cataluña; con mayor Presupuesto público, también
seguida de Cataluña, haya desmontado o inutilizado sus sistemas jurídicos e
institucionales de control, como Cataluña, que incumple hasta las Sentencias de
los Tribunales ante la indiferencia cuando no huida, de un Estado en letargo
suicida permanente.
Pero financiación, a costa de la sociedad,
que no falte. Ahí tienen como en los últimos diez años, mientras el PIB en
España crece un 3% en Andalucía permanece estancado; y mientras, en el mismo
periodo, su PIB percápita disminuye un 4% en términos reales. Pero ya ven, los
Presupuestos Generales del Estado disminuyen en dicho intervalo un 2%; pero en
Andalucía crecen un 14%, hasta alcanzar para el próximo año la friolera de casi
36.000 millones. Y si falta algo ahí está
el FLA, como en Cataluña. La corrupción generalizada o la sedición corrupta
del tres por ciento, necesitan más financiación. Pues eso.
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