Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

jueves, 14 de diciembre de 2017

La Opinión de Julian Delgado

Este artículo será publicado por el diario “Ultima Hora” de Mallorca, el próximo sábado día 16 de Diciembre

INELEGIBLES

 Julián Delgado. Escritor
       
         Las fuerzas separatistas están sacando a relucir lo mejor de su repertorio en esta campaña electoral. Desde llamar mala puta a Arrimadas hasta la referencia a la distensión de esfínteres de Iceta, pasando por tildar a Rajoy de fascista, a la democracia española de franquista y a la Justicia de genuflexa ante el poder.
        
        Y eso, pese a que el sistema democrático español es el más garantista de Europa y la Justicia vendida al poder es la que mete en prisión acusados de corrupción a unas docenas de responsables del partido del Gobierno y, por si fuera poco, sienta en el banquillo al mismo Partido.
        
        Las apariciones de Puigdemont en el plasma recuerdan por su desequilibrio emocional, la irracionalidad de su discurso, su histrionismo y su obsesión con un perverso enemigo a algunos políticos del franquismo cuando, llenos de fervor  patriótico, descalificaban la democracia y echaban la culpa de todos los males al comunismo y la masonería. 
        
        Por otra parte, desde los tres partidos separatistas se anuncia sin rebozo que si ganan las elecciones, van a recuperar la casilla de salida para volver a dar un golpe de estado. Dice el ex president que no le valen cambios en el  Estatut ni en la Constitución.
 
        La pregunta que debemos hacernos es si responde al sentido común y al derecho comparado que se puedan presentar como candidatos estos  políticos imputados, presos o huidos de la justicia, acusados de golpistas y malversadores, y de conculcar leyes y derechos, situando a Cataluña en un trance dramático y a todo el país en estado de emergencia; que insultan a España y a su gobierno, mientras continúan urdiendo planes secesionistas.

        Es un insulto a la razón que se amparen en la presunción de inocencia los acusados por rebelión, para poderse presentar a las elecciones, cuando son ellos mismos los que nos dicen a las claras que van a repetir su propósito. Es decir, los partidos aceptan que un cargo público imputado por corrupción debe dimitir, pero uno imputado por el delito de rebelión, entre otros, no, hay que esperar a que se les condene dentro de cuatro o cinco años.


         ¿Hasta cuando soportaremos la ignominia de ver a estos presuntos delincuentes jurar la Constitución como norma fundamental del Estado? 

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