LA AZOTEA

Publicado en el "Diario Córdoba" el 18 de Octubre de 2012

EL DESFILE

Javier Pipó Jaldo
http://elblogdejavierpipo.blogspot.com

 

El día de la Fiesta Nacional, pero menos, ha sido para recordar u olvidar, depende. Para comentar en cualquier caso, porque seguimos acumulando evidencias de una Nación en trance.

Los medios de comunicación inciden en la austeridad del desfile, como si fuera una virtud sobrevenida a los que mandan. Debemos convenir que se roza la supervivencia en Defensa nacional y en Acción exterior. Pero de ello nadie protesta porque persisten los infinitos deseos de paz y la representación en el mundo al fin la ejerce nada menos que el Estado autonómico a través de diplomáticos interinos reclutados en las sedes de los partidos. Pues venga prestigio.

Por cierto, alguien debería explicar donde estaban ese día la mitad de los patrióticos Presidentes de Comunidades Autónomas. No les piden explicaciones ni en sus propios Parlamentos. Pero Griñán, la tapadera, debería haber enviado al copresidente Valderas, todavía fascinado por el triunfo de Chávez. Desde luego si viene le da un yuyu ver tanto soldado y en vigor el art. 8 de la CE. Por eso no vino tampoco el insignificante Mas, entretenido apuntando enloquecido a la línea de flotación del sistema desde la casa de un Grande de España. Aunque el Príncipe – tan joven y ya borboneando -  advierta el mismo día que Cataluña no es problema.

El problema es Wert y por lo visto la Infanta Elena que la envían al banco con la oposición ¿Han cambiado los tratamientos y honores de la Familia Real a la que pertenece en línea directa sucesoria? Las explicaciones oficiales resultan peores que los hechos. La Corona no es titular de un Poder del Estado sino un órgano institucionalizado de éste con funciones también simbólicas. Pero ojo con los símbolos. Rex eris si recte facies, que escribió Horacio en sus Epístolas, que Ansón simplifica justificando la permanencia de la monarquía mientras sea útil.

Menudo día. Menuda fiesta.