Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

jueves, 26 de abril de 2012


LA AZOTEA
Publicado en el Diario Córdoba el 26 de Abril de 2012

FEDERALISMO ¿POR QUÉ NO?
Javier Pipó Jaldo
http://elblogdejavierpipo.blogspot.com
Naturalmente que es momento de abrir el melón autonómico y meterle el corrector hasta que parezca lo que debió ser o al menos lo que parecía querer ser. Porque nadie tenía la certeza de saber lo que quería, ni la Nación necesitaba. Había cierta premura histórica por resolver los apretones vasco y catalán y pare de contar. Ahora la premura es por pagar la deuda del experimento. Pero cuidado porque el problema de la crisis total que nos azota y las autonomías son como dos caras de la misma moneda. Y estamos instalados en desconocer lo que tenemos.

Reitero que el texto constitucional no dibuja modelo alguno sino un proceso abierto donde todo fuera posible y ahora vemos hasta que punto. Autonomía sí, pero sin saber de quien, si de las nacionalidades o de las regiones, ni cuantas son unas u otras o como se denominan o cuales son sus competencias. Todo en manos del TC, los estatutos y las improvisadas oleadas reformistas hasta 2005, con modificación descarada de la Constitución. Revisión constante del sistema, con descentralización sin límites y centrifugación imparable que lleva a la desaparición de cualquier Estado, sobre todo si está debilitado por la ruina.

Si federalismo es una realidad derivada de conjugar autogobierno y gobierno compartido o composición de gobierno central y varios gobiernos federados, con ciudadanos dependientes de dos sistemas ¿cual es nuestra realidad? Pues esa, Estado federal resultado de la descentralización. Pero ¿y la financiación? ¿y la lista unica de atribución competencial? ¿y la LOREG? ¿y los nacionalistas?

Dice Blanco Valdés que la existencia de nacionalismos interiores es el auténtico elemento diferenciador del federalismo español respecto a los demás. Y claro, ellos están en dinámica territorial y nacional reivindicando el confederalismo primero y la independencia después. Y la ruina encima. Que hartazgo.  


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