Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

jueves, 9 de febrero de 2012

LA OPINIÓN DE JAVIER PIPÓ

Publicado en Diario Córdoba el 9 de Febrero de 2012



LA AZOTEA
 
MORAL SOCIAL



Un breve estudio sobre la moral social española del siglo XIX del profesor Aranguren que tuvo gran impacto en 1967, me sirve para la reflexión. Pero el siglo XIX ¿no queda muy atrás? ¿Es admisible en una sociedad soberbia y descreída hablar de moral social? 

Nuestro siglo XIX es rico, sugerente, condicionante de nuestro presente. Muchos de los problemas de entonces siguen vivos e irresueltos, marcando nuestra vida diaria y nuestro futuro. Es verdad que aquella sociedad era desigual, elitista u oligárquica frente a nuestra mesocracia. Pero ¿acaso nuestras clases medias no siguen siendo clases neutras, como entonces las llamó Costa? Hay ahora también un sentimiento de decadencia, de una "España sin pulso" que decía Silvela ante la inmoralidad de la Regencia. El problema de la España de hoy no es solo económico, no puede serlo porque organizar la convivencia será un objetivo de ética social, de moral social, de forma de comportamiento real. 

Tenemos como entonces tres dimensiones que atender. La ideológica, la constitucional y la de regeneración. Y los mismos problemas que resolver. La felicidad, que ahora corre a cargo del Estado aunque no sabemos si puede financiarla; la educación, como exigencia moral de progreso; la superación del anticlericalismo inculto como base de la convivencia civilizada; la bandera como símbolo de una patria común y el modelo de Estado, que entonces se concibió como República federalista de la mano de intelectuales como Pi o Salmerón, pero alejada del pueblo y hoy el pueblo busca estadistas que arreglen el desaguisado del Título VIII de la Constitución.

La democracia es, escribió Tocqueville también en el XIX, las instituciones que funcionan basadas en la libertad y la igualdad. Pero de esto ya hablaremos porque se necesita el aire fresco de la azotea.

2 comentarios:

  1. Los Pilgrim Fathers y otras sectas religiosas marginadas en Europa son el origen más característico del pueblo americano. Aportaron un estricto sentido moral a una situación de difícil supervivencia en un medio hostil, que requería una fuerte solidaridad y exigencia entre los miembros de la comunidad, esta última regida por una jerarquía colegiada y responsable ante la misma.
    En España, con excepciones históricas (Viriato, Sertorio) hemos vivido dominados por la Monarquía, la Iglesia, la nobleza y, por si faltaba poco por el dogmatismo de la izquierda intelectual y política. Todos ellos nos han acostumbrado a obedecer en el peor sentido de esa palabra, el de aceptar no ya una orden, sino una moral que nos ofrece todo un catálogo de respuestas (que ha de ser común a toda la tribu)a cualquier cuestión que se plantee, un paquete que se ha de aceptar completo: no puedes ser antiaborto y pro-Garzón, por ejemplo.
    Son pocos los referentes intelectuales que han tratado de formar una clase media mayoritaria socialmente, económicamente autónoma, libre intelectualmente y solidaria con su país, sus instituciones y sus símbolos. Esos pocos elementos (Costa, Ortega, Madariaga…) han sido ignorados, cuando no perseguidos por unos u otros (a veces por grupos radicalmente opuestos entre sí). O conmigo o contra mí.
    Hemos desaprovechado grandes ocasiones, desde el final de la ocupación napoleónica hasta la Transición, pasando por dos repúblicas. Ahora tenemos otra, porque quizás esta gran crisis social y económica y política que vivimos, pueda tener un (¿único?) efecto positivo: la catarsis necesaria para un gran proceso de regeneración de las nuevas generaciones.
    Miguel A. Martín Pérez
    Médico

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    1. Muchas gracias Miguel A.por tus comentarios que me parecen llenos de lecturas y sentido común. No puedo estar más de acuerdo. Hombre el nacimiento de EE.UU.responde, con Ortega, al rebose de Europa, pero ello no impide ver la fuerza admirable de sus instituciones y de la democracia en sí, que tan magistralmente describió Tocqueville y que aún se mantiene viva y ejemplar. Europa la vieja, la vieja Europa es otra cosa. Es un proceso histórico lleno de complejidad donde las influencias positivas y negativas, que citas, se entrecruzan haciendo posible una laguna de civilización y libertad. Su largo periodo de paz, desconocido en mil años ha cansado las estructuras y debilitado su fuerza moral. Nunca tuvo competidores universales como ahora que emergen con fuerza irresistible. Eso le hace resquebrajar principios y caer en el desconcierto. Soy muy pesimista con respecto a España, pero de eso,si te parece, hablamos otro día. Nos interesa a todos tu opinión. Un fuerte abrazo

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