Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

jueves, 14 de noviembre de 2019

LA OPINIÓN DE JULIÁN DELGADO

Artículo que será publicado el próximo sábado en el Diario ULTIMA HORA de Palma
 UN GOBIERNO TÓXICO
Julián Delgado. Escritor

Al llegar al poder en febrero del 36, el Frente Popular permaneció impasible ante la quema de iglesias, pasatiempo al que se dieron las férvidas multitudes. Azaña dijo entonces: Todos los conventos e iglesias  no valen la vida de un republicano, y abrió la puerta al horror. Tras el anuncio de un Gobierno formado por socialistas y comunistas sustentado por separatistas, de momento no se ha cumplido la amenaza de arderéis como en el 36,  pero los soliviantados separatistas catalanes se dedican a cerrar la frontera con Francia secuestrando a miles de ciudadanos, causando graves trastornos y ocasionando fuertes pérdidas económicas. Y se da la misma pasividad que entonces del Gobierno progresista. La frase la puso Torra, el patrocinador de los CDR, su espónsor ideológico: algo así como cuidado con cargar sobre los manifestantes. Y dejaron abierta la puerta del caos. 
Y todo esto con un presidente que tiene una deplorable relación con la verdad, drogadicto del poder, de poco respeto a los valores democráticos, políticamente amoral, ausente de escrúpulos y de los valores que cabría exigir a quien pretende dirigir el país. Y que a su vera tendrá a un vicepresidente  que, por fin, ha asaltado el cielo, nihilista, narcisista, que llegó a la política exigiendo la derogación de la Constitución y el final de la monarquía, que defiende el derecho a la autodeterminación, ensalza la desobediencia colectiva, se hermana con los proetarras y cuya salsa es la acción callejera. Nada bueno podemos esperar.    
El tiempo que nos aguarda es de restricción de libertades, de definición progresista de lo que es democrático o no lo es, de control de la moral, de las creencias, de las conductas; todo para la creación de un nuevo orden que se pretende justo. Una religión laica, con un Estado que todo lo controle, en la que el ciudadano y sus iniciativas no cuenten. Las consecuencias serán el empobrecimiento económico, el debilitamiento de la unidad del Estado y el sometimiento al separatismo. Pero, sobre todo, viviremos la exaltación del cainismo, la fractura emocional y la estigmatización de los que no acepten sus principios. Un Gobierno tóxico para el 95% de españoles, que agrietará el sistema democrático.

No hay comentarios:

Publicar un comentario