Tribuna abierta de opinión

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lunes, 21 de julio de 2014

Javier Pipó en el "Diario Córdoba"

Publicado en el "Diario Córdoba" el día 31 de Julio de 2014

EL GANADOR
Javier Pipó Jaldo


Ya terminó el debate a cara de perro entre dos candidatos y un tercero, telonero de postín, para elegir el jefe de los socialistas españoles. Bueno, de la mayor parte de los españoles socialistas porque aún desconocemos si catalanes o vascos son de obediencia unificada. Claro que la organización es federal o algo así, aunque no sepamos ni qué significa, ni su utilidad.

Federal o no, sí es verdad que los socialistas andaluces son una piña alrededor de sus mandos naturales. Es, lo que podríamos denominar centralismo democrático. Si Frau Susana dice Sánchez, es Sánchez y además con mayoría suficiente para que parezca victoria arrolladora, pero que tampoco puedan decir que aquí en Andalucía se hace lo que diga la Frau. De manera que más del doble que los otros dos, no está mal.

¿Y ahora? Pues menudo lío se le presenta al tal Perico Sánchez. Es que para comenzar, las urgencias se amontonan y el hombre no tiene costumbre y puede que si se arraciman recapacite. O no. Vaya usted a saber. Dicen las malas lenguas, muchas hay, que eso le allana el camino derechito a la Moncloa, pero no a Sánchez sino a Susana. Tampoco resulta disparatado. Ella, que hasta el Rey Juan Carlos entre sus últimas voluntades le dejó firmada invitación para ser Jefa suprema del socialismo hispano, es toda una lideresa más que experta en conspiraciones palaciegas y ducha en gobiernos imposibles. Ahí la tienen, gobernando esta hermosa y rica tierra andaluza desde la indigencia y desvergüenza que le legaron sus antepasados y que tras más de treinta años se debate entre la pobreza y la pobreza, la corrupción y la desesperanza, la ideologización integral y la dependencia. Pues nada, parece resultarle urgente manifestar un nuevo deseo, cediendo su poder numérico a una esperanza blanca, inmaculada y vistosa llamada Sánchez.

Y ya ven. Los poderes del sistema le han recibido con un resoplo de alivio porque dicen, podría haber sido peor. De manera que las opciones eran lo malo o lo peor. Y claro, salió lo malo y por esta vez nos libramos de lo peor. Naturalmente debemos preguntar como sabemos si salimos ganando con la opción Sánchez, si de él los únicos que saben algo son - por lo visto- los socialistas andaluces y resultan poco finos a la hora del análisis y la exigencia.

Realmente, del Ganador apenas sabemos cuatro cosas deshilvanadas y poco útiles para la gobernación de la Nación. Es más, creo resulta mucho más grave la evidencia de sus carencias que la apariencia de sus destellos. Y puede llegar nada menos que a la Presidencia del Gobierno de España. Y España no está para políticos de pitiminí ni aprendices aficionados. Miren, el último experimento de político ayuno de todo, menos de peligro e indigencia intelectual, fue la pesadilla Zapatero y aún sufrimos las nefastas consecuencias de la destrucción sistemática del ser y la esencia nacional. Aqui necesitamos políticos bien formados, honestos y patriotas que den respuesta a la insolvencia moral y económica de la Nación. Ahora estamos en momento crucial donde nos jugamos no sólo la recuperación de la economía sino la capacidad para la regeneración cada vez más lejana e imposible. Pero hay que luchar por el prestigio de las instituciones democráticas; acabar con el descaro impune en el incumplimiento de la Constitución, del resto del ordenamiento jurídico o de las Sentencias judiciales. Recuperar los códigos de conducta honorables que duermen en reductos cada vez más reducidos; sacar el Poder judicial del dominio partitocrático. Reconstruir la mesocracia que da estabilidad, continuidad y seguridad al sistema, fuera del riesgo de estar constituidas por clases neutras, que decía Maura. La destrucción de las clases medias es el camino seguro hacia la sovietización de la sociedad, hacia la dictadura del Estado totalitario. O acabar de una vez con los privilegios insostenibles y de injusticia manifiesta de una clase política que sólo representa a los partidos y en gran parte constituida por aficionados y ociosos de muy bajo nivel Y de todo ello no oímos opinión alguna del tal Sánchez.

Y tampoco conocemos del Ganador, opinión de calidad sobre el crecimiento imparable de la deuda que ya me dirán de donde saldrá el cumplimiento de la Ley de Estabilidad Presupuestaria y el sueño y el compromiso de su reducción en 2020 al 60% del PIB. Menuda trola de Estado. Y es que claro, el declinante y mal Gobierno Rajoy, cuya caída del poder se da por inevitable, está en su momento más peligroso, que como decía Tocqueville es cuando comienza a hacer reformas. Es verdad que evitó la bancarrota nacional pero eso no justifica el despilfarro de su mayoría absoluta para dejar de ejercer el liderazgo regeneracionista. Su sediciente reformismo no pasa de una socialdemocracia de poco fuste, ni siquiera a la altura del francés Hollande y claro los ciudadanos terminarán prefiriendo el original, ya veremos si peligroso, antes que una mala copia.

Y no se que podemos hacer. Rajoy agrede a las clases medias con una ciega política económica a base de cuentas de Montoro que cuando se analizan no pasan de cuentos burdos. Miren ese trofeo tan innecesario como estúpido de arrebatar con fiscalidad depredadora las plusvalías obtenidas por la venta de viviendas añosas negando el coeficiente reductor. Y luego dirán que es por el bien de los agredidos, ancianos que venden su única propiedad para ayudar a hijos en dificultades o para completar la pensión que estabiliza el sistema. Y todo, para sostener un Estado sin duda insostenible y una clase política, si duda mejorable y superflua. Y de todo esto desconocemos la opinión del Ganador.

Y para qué hablar del cáncer catalán y vasco, con metástasis que inundan el sistema con improvisación y cobardía, desconociendo las élites del Poder si es mejor reformar la Constitución, elaborar una nueva o chapucear con dinero prestado las ansias infinitas de un nacionalismo tan corrupto como depredador y mediocre. Y el Ganador improvisa una ocurrencia y mañana la niega con otra bobada de Estado.

Habrá ganado, pero ojalá no sea a costa de que perdamos todos.

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