Tribuna abierta de opinión

Instituciones,Democracia y Libertad

sábado, 30 de enero de 2016

La Opinión de Javier Pipó.

La Azotea 


REGENERACIONISMO ALEJADO



   Pues conforme pasan las semanas el panorama nacional se muestra más sombrío. A pesar de los excelentes datos sobre parámetros económicos que Rajoy creyó eran suficientes para prolongar su estancia en Moncloa y a parte de su Partido para seguir administrando con descaro la pestilencia del trinque. Pues ni una cosa ni otra. Dudo sobre la permanencia de aquel, gobernando sobre contabilidad nacional y de otros, demasiados, acumulando como propio el esfuerzo de todos y dejando el sistema democrático a la altura de parásitos y carroñeros de la historia.

   Porque es el sistema el que hizo crisis total tras el 20D, provocando un nuevo socavón, aunque parece ahora, de dimensiones incalculables. Claro, nunca España, desde Carlos V, jugaba un papel político y económico tan trascendente en Europa. Nunca quedó estructurada en clases sociales de ricos y pobres tan minoritarias como distantes y separadas por un tupido tejido de clases medias sociológicamente mayoritarias, bien instruidas y económicamente sustentadoras del sistema, aunque poco conscientes de los retrocesos que ocasionan los errores colectivos. Parece olvidarse, ni siquiera como memoria histórica, que la libertad se instrumenta y sostiene solo en los cauces de las democracias representativas, patrimonio exclusivo de los Estados de Derecho avanzados. Flor delicada que requiere vocación decidida de quienes son capaces de valorar la convivencia civilizada como estadio superior de la existencia y espacio asegurado de justicia y progreso humano. Por eso se implanta y pervive en tan escasa naciones, mostrando debilidad a causa de la ignorancia masificada, la corrupción o la avaricia de tantos que se mueven en la impunidad. Por eso, los desgarros o grietas sangrantes sin cerrar, constituyen objetivo de penetración de los variados fanatismos ideológicos y religiosos, nunca arrinconados y ahora  parece que implantados a través de sofisticados medios de comunicación masiva que terminarán inexorablemente por destruirla.

   Observar la devastación dejada por la clase política corrupta, tras las elecciones, produce no solo desasosiego sino desesperanza. Vengo hablando de corrupción que he visto, palpado y vivido muy cerca desde hace treinta años. Corrupción no solo económica, sino también moral, de la moral social y de la otra. La corrupción del relativismo que todo iguala, del buenismo ideológico equidistante y conciliador hasta la estupidez, de la indiferencia y el amparo de lo trasgresor, de la comprensión de lo imposible. Pero nunca pude suponer no solo la torpeza sino el desinterés colectivo ni tan siquiera en la minoración de sus efectos, el acorralamiento social de los culpables y en la medida de lo posible la destrucción u obstaculización de los instrumentos utilizados en las fechorías. Y ahora explota en la línea de flotación del sistema, haciéndole perder el rumbo de una ruta razonable de futuro. Y ahora ¿qué se puede y debe hacer?

   Ya me dirán si resulta que Iglesias, un soberbio marxista leninista más peligroso que el nacionalismo independentista – aunque con puntos de conexión más que aparentes-  agente esencial en Europa de los modernos totalitarismos populistas y teocráticos, se permite insultar, menospreciar o ridiculizar a los hacedores de la democracia española, sólidos estadistas como González o Aznar. O repartiendo certificados de buenos y malos. O presentando un gobierno de individuos que en Nación avanzada no pasarían de menesterosos a cargo del sistema, pero que ya cuenta nada menos que con un Teniente General, conocedor de los secretos de la Defensa Nacional. Que desastre. Y lo hace en la impunidad de quien conoce la debilidad del Estado, su ordenamiento jurídico y su Justicia. Y que es capaz de seguir avanzando a la conquista del Estado, llevado en volandas con el voto de un sector de la sociedad que ignora el privilegio de una sociedad opulenta, próspera y tolerante, pero condicionada por odio, resentimiento y envidia que lastra desde el pasado al presente, y parece que el futuro. Y encuentra en el camino, un socio o compañero de viaje más torpe que lúcido, más ambicioso que juicioso. Un Sánchez desubicado cuyo único programa parece ser desalojar a Rajoy de Moncloa a costa de hundir su Partido y la Nación entera, aprovechando también la debilidad del socialismo, tras el azote ZP y en sus horas más bajas y de resultados electorales más tristes. Un Sánchez descarado que se presenta ante los suyos como una esperanza, olvidando la losa gigantesca del saqueo andaluz durante treinta y cinco años y la participación en los desmanes del tripartito catalán, comandado por el nefasto Montilla.

   Y en esto que se juzgará a una Infanta de España porque la justicia es igual para todos, excepto para la famiglia Pujol o la casta de los ERE´s y conexiones. Y mientras, la deuda impagable, el Estado insostenible y el paro insoportable. Y el sueño europeo que perderá seguramente la libre circulación en su territorio – no digamos sus pretensiones de unión política federalista- agobiada por la desbandada oriental, salvo que pierda su propia identidad por el abandono de Gran Bretaña.
   
Pero aquí, todo el empeño se pone en transformar el sistema desde la libertad al populismo bolivariano y peronista, miserable y autoritario, rearmado con los principios totalitarios del leninismo. Se abandona en consecuencia la vía civilizada y razonable del regeneracionismo, único camino hacia el progreso. Insisto en quizá unas nuevas elecciones, a modo de segunda vuelta, hiciera reflexionar al irreflexivo pueblo español.      


      

jueves, 28 de enero de 2016

La Opinión de Julián Delgado



Artículo que será publicado el próximo sábado, día 30, en el Diario “Última Hora” de Mallorca  
¿Quién se acuerda del interés general?
Julián Delgado
Durante el tiempo que ha transcurrido desde que se celebraron las últimas elecciones,   estamos asistiendo, por una parte, a la burla democrática que significan los chalaneos y  el préstamo de diputados entre partidos, que rectifican el resultado de las urnas, y los rifirrafes por ver quien ocupa los escaños más visibles. Por otra, a que los movimientos que llevan a cabo son en beneficio de los propios partidos o en el de sus líderes, al margen de los intereses generales. Todos los sondeos muestran que la mayoría de los ciudadanos prefiere una gran coalición entre PP, PSOE y Cs. Sin embargo, pese a que los tres comparten los principios esenciales del estado de derecho, Pedro Sánchez, cegado por el odio y la ambición de poder, está dispuesto a llevar a su partido y al país al desastre.
Se nos quiere vender como progresista un gobierno de coalición entre PSOE y Podemos, cuando a Iglesias le hemos oído que su ideal político es trasladar al sur de Europa el modelo chavista, algo así como retroceder un siglo. Mientras Rajoy, para evitar el desgaste de una inútil sesión de investidura, se echa a un lado en espera de que se estrellen los demás, Podemos, con la tramposa sonrisa del destino en que envuelve un pacto inaceptable, busca nuevas elecciones porque creen que les favorecen. Tienen prisa para gobernar, pero no les preocuparía forjarse unos años en la oposición y asaltar el cielo en una próxima legislatura, con un PSOE en ruinas, los nacionalismos rendidos a sus pies, y una derecha y sus socios desgastados en la lidia con el desafío separatista en Cataluña y por una crisis cuyo final parece alejarse. A todo esto, Ciudadanos está interesado en que se alcance un acuerdo: sabe que unas nuevas elecciones le perjudicarían.
Mariano y Pedro, esos dos políticos agonizantes a los que la mayoría ve como obstáculos para la consecución de un pacto natural, se aferran a sus poltronas aunque se hunda el país. El escándalo de Valencia debería animar al primero a quitarse de en medio y al segundo, antes que despeñar el país en un frente popular separatista, también.  
Pero me temo que el penetrante y sugestivo olor del poder arrastrará a Pedro a intentar  un matrimonio de conveniencia con Pablo. 


viernes, 22 de enero de 2016

La Opinión de Javier Pipó.

La Azotea


LA COPLA ANDALUZA


  Y mientras esperamos el resultado de las elecciones en términos de gobierno de la Nación, de administración de intereses generales - lo que es mucha utopía para el regreso al declive que nos espera - quizá debería volver la vista a mi tierra andaluza, al jardín de la reina del Sur. Porque aquí la vida transcurre pacífica y satisfactoriamente al tratarse de régimen consolidado y plural que a veces encuentra apoyo en lo que misteriosamente llaman progreso y otras, con muletas de ingenuos compañeros de viaje que terminarán inexorablemente anulados o absorbidos por aquel.

  Este es el reino del PRI europeo que exhibiendo su generoso y populista plumaje, se desenvuelve con admirable desparpajo a través del tiempo y el espacio, en permanencia duradera como la definida por Vargas Llosa "dictadura perfecta" o de partido inamovible.

  Y no crean que este montaje es poca cosa. Son treinta y un mil millones de presupuesto, los que más de España, aunque nadie sea capaz de saber de donde pueda salir hoy, esa gigantesca magnitud de ingresos necesarios. Pero bueno, hasta este año de gracia se fue trampeando entre la generosidad europea y la solidaridad de los demás. Claro, con esa abundancia de medios y escasez de principios ha podido germinar el más espectacular y perfecto sistema de corrupción, incompatible con una democracia avanzada. Corrupción que no crean de reciente implantación, sino más bien de imposible extirpación. Muchos somos capaces de relatos espeluznantes de descaro y golfería en la rapiña, allá por los años ochenta y noventa ante la incredulidad, indiferencia o cobertura de tantos. Ahora explota ante el asombro de todos y la solución de nadie porque no crean, la corrupción está tan viva como siempre, sofisticada como nunca e impune al menos, en la percepción de la mayoría.

  Ya digo, el sistema funciona como un reloj porque los sucesivos chamanes de la cosa se guardaron muy mucho de dejar grietas al descubierto por donde la barroca justicia pudiera meter el reproche reparador y mejorando con tiempo y astucia las técnicas de disimulo y encubrimiento. Y la existencia de una sociedad anestesiada, y manipulada en periodos de vigilia. Como los medios de comunicación, olvidando su compromiso con la libertad, que nunca plantaron cara decidida al desmán o una Administración puesta al servicio de tan innoble causa, convenientemente trufada de comisarios políticos, cuando no de gansos analfabetos y trincones, dispuestos a secar cualquier intento de revelación rebelde. Algún día, si la libertad no desfallece en la angostura, brotará literatura apasionante desde la Universidad o la sociología política que inevitablemente desentrañará este fenomenal embrollo de desarrollo controlado, libertad vigilada, corrupción socializada y felicidad vital que caracteriza un territorio que ocupa más del 17% del nacional, con casi el 19% de la población y el 13,6% del PIB.
  Pero aquí también hay avance en el bienestar para que el sistema perdure sin llegar a la "destrucción creativa" que decía Schumpeter, como en tantos lugares de esta desgarradora geografía. Ya ven Cataluña, con tantas similitudes con esta bendita tierra, salvo en esa enfermedad degenerativa y apestosa del nacionalismo pero con paralelismo hermano de podredumbre y saqueo. De manera que seguramente asistiremos al paso de la prosperidad a la pobreza en solución de continuidad magistralmente definida por Acemoglu y Robinson en "por qué fracasan los paises", al desaparecer la voluntad integradora y las instituciones inclusivas que permitan la continuidad. Pues ya ven el paralelismo. Los dos grandes territorios de putrefacción manifiesta e impune, suponen nada menos que un tercio de la riqueza nacional en términos de PIB. Quizá resulte innecesario ahondar más en el negro comentario y en el agrio pronóstico. Insisto no obstante en la alegría vital de este pueblo, donde los pobres - o en riesgo de exclusión social que debe decirse - tienen aseguradas más coplas que ollas y más refranes que panes. Y si no, ahí está Susana con su españolismo sensato como única ideología y su cante continuo repleto de coplas hermosas porque es "del egregio solar, reverberante sonoro de las cigarras de oro nacidas para cantar". Aquí ya ven, la opereta de los Ere´s dura cinco años en sesión continua, en un ir y venir de piezas separadas y subpiezas separadas de las piezas, con cientos de imputados o investigados - que también debe decirse- andando sueltos en busca de oportunidad para su impunidad, aunque algunos ya fallecieron y otros quedarán en prescripción histórica. Y mientras, continúa el ir y venir de nuevos sumarios en casi todos los sectores, a todos los niveles, hasta cubrir de indignidad un régimen y una época estéril para el progreso y la libertad.

Al fondo, casi en silencio, los versos del poeta fascista, misógeno y asesino que decía la ilustre e ilustrada prócer, a sueldo del avance social:

¡Y noble esta tierra mía,
florida, a fuerza de afanes,
de coplas y de refranes,
de indolencia y de ironía!

Pues eso.

viernes, 15 de enero de 2016

La Opinión de Javier Pipó.


La Azotea 


¿QUÉ ESPERAMOS?



   Pues ya ven, con esta son once las Legislaturas a contar desde que entró en vigor la Constitución. Hasta ahora cada una de ellas, cumplió casi con exactitud el tiempo previsto de cuatro años. Pero nadie, en modo alguno, puede asegurar continuidad en la serie, ni revestido del más exquisito optimismo. Aquí, cualquier suposición resulta temeraria, atrevida. Y ese es el drama, el desasosiego, porque hasta el momento cada periodo legislativo iba acrecentando un grado más de consolidación democrática y de progreso en forma de bienestar. Hasta que la corrupción taponó el sistema, provocando el saqueo de lo público con el triunfo de los golfos, la paralización de las instituciones tolerando la descarada impunidad, la huida de los mejores, el temor de los decentes y la desesperanza en la mayoría.

   Y muy pocas voces se alzaron por una regeneración radical, total, exigiendo no hacer más leyes que luego no se querrá, ni podrá exigir su cumplimiento, sino reforzando los poderes del Estado y haciéndolo depositario de una fuerza democrática justa pero temible. Porque si bien la corrupción habita en el ser humano, solo la educación en valores y principios y el temor a la ley podrá embridar. Pero ya vemos, gozamos de una justicia politizada, burocratizada, injusta por su barroquismo tan garantista como inútil y de la conquista de un Estado débil, casi agónico y exhausto.

   Y claro, de un lado, la izquierda extrema, la comunista y la otra, comienza el ensayo de fórmulas de asalto más o menos descaradas. Primero leninismo puro y duro hasta helar el corazón. Luego con ropajes conocidos de socialdemocracia hasta desdibujarla en su confusión de papeles y tentaciones para mejor deglutir, como a los marxistas posibilistas de IU. Y de otra, los sediciosos catalanes a punto de la rebelión, con apoyo y comprensión de la izquierda total, la otra y la demás allá. Y en eso estamos. Y como el buenismo ideológico del zapaterismo no era más que la expresión refinada y perversa del nihilismo disolvente, abrasador y paganizante, instalado en la sociedad española y europea, que nadie espere una reacción más o menos vigorosa a favor del mantenimiento de un modelo varias veces centenario y expresión de humanismo civilizado.

  Quien haya querido mirar habrá observado con espanto la Sesión constitutiva de la XI Legislatura, presidida por el ínclito Pachi para los amigos y españoles de bien, seguramente el mejor posible. Y el espectáculo divertido para los que tienen a salvo su fortuna y la de sus descendientes y patético para el Occidente culto y civilizado, de una España castiza, con más vísceras que cerebro, con más estupidez que futuro. La Sesión ha sido espeluznante, una pasarela de bobos maliciosos, de perroflautas indignos que harán pagar en sudor y lágrimas a este pueblo que una vez alcanzada la dignidad colectiva aun se cree con derecho a manifestar odio, resentimiento y envidia que porta en los genes de su historia.

   Y ahora ¿qué esperamos? Pues que termine la perversa negociación hasta conseguir lo que las urnas no consiguieron, como dice el Padrino Mas. Es decir, acabar como sea con las funciones del Gobierno en funciones y lo que representa. Y así, el peligroso Zapasanchez se mueve con descaro indescriptible, a punto de explotarle la ambición en su bella cara. Y ya digo, hace lo que sea menester. Un día regañando paternalmente al coletas, niño enrabietado pero ante el que se arrodilla en ruego de mesura en el apoyo a la sedición catalana, aunque sea de boquilla. Otro, despreciando a Rivera para que luego el amor pueda ser más intenso o facilitando la gestión parlamentaria a los enemigos declarados del Senado y de la España constitucional.

   Y mientras, el fino Albert deshojando la margarita incolora de su ideología para saber donde ubicar el huevo de su valor. Y Rajoy en funciones de no se que para llegar no se donde, pero pareciendo ignorar que Pablete y su panda, son agentes declarados y pagados de ese triángulo totalitario de las Bermudas que llega desde Caracas a Teherán, pasando por Madrid, capital de la Europa antiimperialista y anticapitalista del Sur.

   Pues esto habrá de resolverse con lo indeseado pero imprescindible. Es decir, unas nuevas elecciones sin Rajoy ni Sanchez, a ver si el llamado noble pueblo español tiene a bien no proceder a su suicidio colectivo y estúpido. Es dar nueva oportunidad a la ruleta rusa. Mientras aquí estamos, a la espera.

 

miércoles, 13 de enero de 2016

LA OPINIÓN DE Julián Delgado


ARTÍCULO QUE SERÁ PUBLICADO EN “ÚLTIMA HORA” DE PALMA EL PRÓXIMO DÍA 16



La Negación de Pedro                
Julián Delgado. Escritor


El mensaje enviado por los electores el 20D no fue, como clama Sánchez, que gobierne la izquierda, sino que no se gobierne como hasta ahora,  que se haga a través de consensos entre partidos; que la izquierda y la derecha se pongan de acuerdo para establecer las políticas de estado y las grandes reformas que necesita el país, de manera que no deshagan unos, cuando acceden al poder, lo que crearon los otros; que los partidos se dediquen a resolver problemas y dejen de ser ellos mismos un problema para la ciudadanía. 

Pero a cualquiera que se pregunte si es posible que, en esta situación en que está viviendo España, en un difícil equilibrio sobre el filo de la navaja, el PSOE pueda llegar a un pacto con la derecha, responderá con un NO rotundo. ¿Por qué? Porque en la izquierda española se ha instalado como si fuera una verdad indiscutible, lo que es únicamente su organización subjetiva de la realidad: la izquierda encarna la bondad y la derecha, la perversidad. Viene de lejos, pero en especial desde el 11-M, en que atribuyó a la derecha la responsabilidad de la masacre, utilizó el dolor de las víctimas y asaltó las sedes del PP. En pleno proceso de malversación ideológica, huye de debates sobre las discrepancias legítimas, los sustituye con su fabulosa capacidad de odio y afán revanchista repudiando a la derecha, imponiendo su pensamiento único, aislándola, despreciándola, negándole legitimidad democrática y haciendo de ello patrón de comportamiento. 

Para poder odiar sin necesidad de tener que despreciarse por ello, se monta la paranoia de que la derechona incivil y facha heredera del franquismo hace sufrir a la gente. Pero pese a todo, la derecha permanece, está ahí siempre apoyada por millones de españoles, lo que produce sorpresa y pesar a sus enemigos. No encuentran otra explicación que no sea el engaño al que la derecha los somete, mostrando así un profundo desprecio por esa mitad de españoles a los que considera ignorantes o idiotizados.

El NO de Sánchez no tiene que ver con la rivalidad política, sino con el odio histórico que la izquierda profesa a la derecha, esa pasión incontrolada perturbadora del alma que ahoga toda posibilidad de una mirada objetiva sobre el odiado. 
 

sábado, 9 de enero de 2016

La Opinión de Javier Pipó.


La Azotea 


ESPAÑA EN FUNCIONES


   Pues encaramos 2016 desde la situación de cada cual, al carecer de posición común como Nación. Ni siquiera eso ocurre en Portugal, como le habrán enseñado a Sánchez, el tapado de Pablete, que ya lo aprendió en Grecia pero sin prestarle atención. Se extiende la resignación ante el gran Pablo, el de la cola al viento llena de fuerza vistosa porque será quien saque Europa del atasco. Desde el Sur naturalmente, donde comenzó la primera yihad que solo llegó a Poitiers. Pero ahora no, ahora la extenderá hasta el corazón del viejo cristianismo, trufado de capitalismo inmoral y explotador. Hay que transformar Europa y hacerla propicia al comunismo, que ciertamente fracasó por sanguinario y pavoroso al carecer de poetas, como el propio Pablete o la versada Colau o la entrañable Carmena o el esclarecido Monedero. Y modelos actualizados a seguir los hay, como Varufakis y Tsipras o Chávez y Maduro o el mismo Kin Jong-un. En fin, puro progreso, toda una generación para devolver la ilusión perdida en la propia esperanza y en el avance civilizado del bienestar. Y de la moral social y la ética colectiva, derrumbada por el neoliberalismo del PP, que diría el insigne Lara.

   Pues aquí estamos, en nuestro atasco del siglo XXI, superado el del XX. Durará lo necesario para volver a perder el ritmo de la Historia y volver a empezar con las fobias religiosas, territoriales o patrióticas; de banderas o educativas; de clase social o de género; de resentimientos encapsulados o de odios retenidos. El caso es el enfrentamiento hasta la aniquilación de lo contrario o la desaparición de lo heterodoxo.

   Y mientras nos atiborran los políticos de argumentos inútiles, cuando no contraproducentes para la mayoría, las instituciones se encuentran en funciones porque casi todo está en funciones, como el Gobierno de la Nación. Y nadie sabe a ciencia cierta si Cataluña será espoleta retardada de una explosión incontrolada de la Nación misma. Y mientras lo decide la revolución casposa de la CUP ya en septiembre quedó  en democráticas funciones. Y en funciones esperan poner a la hermosa Galicia los roñosos de la Marea y no tardarán los finolis del PNV, reavivando los gudaris del tiro en la nuca. Y luego los de las islas, Baleares o Canarias, que más da. Es España quien yace en funciones, sus intelectuales, sus artistas, sus creadores de opinión, sus medios de comunicación, sus empresarios y creadores de riqueza, sus religiosos y personas de bien. Los entes sociales y cuerpos intermedios de la España viva que debe dejar de  recocerse en el silencio cómplice, más que prudente.

   Ya me dirán por donde va la salida a la situación porque no la veo. Mientras el alocado Zapasanchez es capaz de servir de bocado exquisito al intemperante Iglesias, no se corta en expandir la trola insoportable del progresismo de su liderazgo. Menuda mentira lo del progreso y menudo ridículo lo de su capitanía. Y ahí está la alternativa a Sánchez. La poeta del pueblo, Susana, el soplo trianero que sigue encaramada a la roca “cazando pensamientos” que diría Nietzsche. Hombre es que su españolismo parece poco pensamiento para tan amplias ambiciones y se encuentra en el patrimonio de cualquiera, sin ser estadista. Lo demás, ya digo, pura poesía. Ella mayormente, lo que desea es acabar con el bello caudillaje de Sánchez y llegará si el clamor traspasa los gruesos muros de San Telmo. Pero no lo creo porque la gente está muy suelta y alguien puede leer su biografía política que no ocupa más caracteres que un tuit. Y nadie será capaz de recordar una sola idea más allá de la dicha. En resumen, ni una mala palabra ni una buena acción. Que pregunten a alguien con criterio en Andalucía sobre sus últimos veinte años de aficionada o el último de gobernanta. Y así no ¿ o es que el PSOE también está en funciones?. Hombre, al menos Zapashez. conoce las instituciones europeas y el interino Iglesias supo adoctrinar en malas artes una generación de ingenuos estudiantes de Políticas.

   Parece que la peor decisión corresponde a Rivera y así puede ocurrir cualquier cosa. Otro, con algo más de relleno aunque lo único que le abulte sea el españolismo. Pero no le pregunten por economía, ni por estructura del Estado, ni siquiera por  Nietzsche . Sin Partido estructurado, sin cuadros, sin ideología definida, no más allá de un centrismo desubicado y extemporáneo o en el mejor de los casos centro izquierda vergonzante, puede despertar de un sueño quizá hermoso pero imposible. Mayormente para nosotros, los desengañados regeneracionistas. Ojalá reflexione sobre el bello apotegma sapientum est mutare consilium, porque de no ser así añoraremos cualquier tiempo pasado, con sus alcantarillas y todo. Y mientras, Rajoy en funciones.       

 

          

domingo, 3 de enero de 2016

La Opinión de Javier Pipó.


La Azotea 


…Y LLEGÓ 2016


   De igual manera titulaba por estas mismas fechas desde mi Azotea del Diario “Córdoba” la llegada de 2014 y de 2015, recién finalizado. No puedo aventurar mantener el título en 2017 porque igual el panorama no sea a contemplar sino a lamentar. Y desde luego niego haber encontrado un cómodo rótulo coincidente con el comienzo de un nuevo año. Si acaso, afán por resaltar el panorama nacional y, como no, el de Andalucía, divisados en el estancamiento, en la desorientación y con cierta vocación de empeoramiento.

  Si bien desde el comienzo de 2013 reclamaba una solución para el Estado, al que consideraba imposible, en Enero de 2014 demandaba tres remedios para tres dificultades. La de un rey maltrecho y desprestigiado a pesar de sus impagables servicios a la Nación; la de un Gobierno Rajoy genéticamente débil, persistente en los errores y vacilante en las decisiones y de nuevo, la del Estado, al que consideraba y sigo considerando viejo, alojado en edificio ruinoso. Pero también solicitaba que desde el Estado se iniciara una lucha implacable contra la podredumbre que desprestigia la Nación y sus instituciones; la neutralización del independentismo, irreversible desde hace treinta años y una reforma de la Constitución, camino de un Estado unido y viable. Cuestiones todas ellas apropiadas para 2015 y sin duda para 2016, aunque al menos y no es poco, la sustitución del Rey resultó ejemplar. En aquél 2014 que ya me parece lejano, contemplaba la imposibilidad de que tanto populares como socialistas ganaran unas elecciones y cuando se celebraran, de seguir la deriva de mitad de legislatura, el resultado aparecería como nefasto para los intereses nacionales, con un Parlamento italianizado o en proceso de frentepopulismo. Simplemente persistencia en la observación.

   Y llegado 2015, perdida la esperanza regeneracionista y la de reforma del Estado, aún ponía ilusión en un acuerdo final entre populares y socialdemócratas para salvar el sistema. Imposible. La cuña de C´s, ilimitada en sus pretensiones y recortada en sus resultados ha supuesto un mazazo tan innecesario como inútil para el desenvolvimiento de las relaciones políticas entre constitucionalistas llamados a entenderse inexorablemente. El resultado de las elecciones ha culminado un año perdido y seguramente irrecuperable para una Nación profundamente dañada en la ética social y en sus instituciones democráticas.

   El año 2016 seguramente resultará manifiestamente mejorable para la Nación española, hasta en sus magnitudes económicas. El taponamiento de la democracia que impide su desarrollo, debe comenzar por el abandono de Rajoy tanto del Gobierno como de la presidencia del Partido, agradeciéndole desde luego los servicios prestados, que han sido muchos. Es político personalmente honesto, profesionalmente equilibrado y raramente sensato. Ha tenido ciertamente muchos puntos negros, pero quizá el mejor elogio que cabría hacerle sería su triunfo como insuperable Ministro de Economía del Gobierno. En cualquier caso acabó su etapa y es fácil sustituirlo, sin equivocarse. Y del tal Sánchez resulta difícil argumentar razones para su permanencia todavía al frente de un Partido tan importante, sólido y europeo como el socialista. Siempre me pareció un politicastro fútil, inadecuado, lenguaraz, un punto soberbio, ideológicamente hijo putativo de ZP y en consecuencia apropiado para el hundimiento de España y el trascendente Partido al que pertenece. Constituiría un lamentable desprestigio europeo e internacional de la Nación. De la aspirante Susana, personaje de los Quintero, andaluza perfilada por Canal Sur, en palabras del antropólogo Isidoro Moreno, hablaremos otro día.

 Alejados de sus responsabilidades los citados, responsables directos del estancamiento, se debería haber sondeado la posibilidad de un Gobierno constitucionalista a tres, aunque hubiese sido por tiempo inferior a la Legislatura. Todo ello, antes que nuevas elecciones de resultados inciertos y peligrosos, ante lo que parece una nueva, irreversible e irreconciliable división en dos bandos nacionales, pero anidando en uno de ellos no menos de un 30% de totalitarios antisistema. Ya ven, con los que el insignificante estadista Zapasanchez pretende pactar una solución de “progreso”. Que a eso se le denomine de progreso, solo se ubica en el lenguaje antiguo, ahistórico, populista y estúpido del bolivarismo tercermundista y dictatorial.

  A los Reyes Magos, que este año todavía no vienen acompañados de sus parejas, les pido para mi patria, ver resuelto o al menos minimizado su gigantesco problema de déficit. Seguramente de concesión imposible porque requeriría ajustes por no menos de 14.000 millones. Ya me dirán. Como la dificultad asociada de la deuda, que según FUNCAS está cercana al 350% del PIB entre pública y privada, o al paro y subempleo, que azota a millones de familias, llevándolas al desencanto y la marginalidad del sistema. O el caos autonómico que continúa su triunfal marcha hacia el desastre nacional, con políticos de medio pelo en devastación contínua del esfuerzo de anteriores generaciones. O sensatez para neutralizar la rebelión catalana incrustrada por el nefasto tripartito, el bandolerismo pujolista, la estupidez de Estado zapateril y los desesperantes informes marianistas de la Abogacía del Estado. Y que la reacción social resulte llevadera, cuando explote la sostenibilidad imposible de la Seguridad Social o de la sanidad que ya empezó con las desvergonzadas consultas colectivas.

  Soy consciente con Raul del Pozo que siempre estuvimos gobernados por zoquetes y bribones y sigo sin creer en la función moral del Estado, pero sí en el valor ejemplarizador de su conducta o que al menos no nos arrebate la libertad que no nos concedió.

  Feliz 2016 y tampoco este año demos por supuesto ni la democracia ni la libertad